El perfil y el escenario del nuevo director deportivo del Málaga

Es la pieza angular del nuevo proyecto blanquiazul. La persona que debe realizar una reforma estructural de la plantilla del Málaga del próximo curso. El club ya lo tiene claro y es cuestión de días que la entidad de Martiricos haga oficial el nombre del nuevo director deportivo. Pese a los últimos rumores, entre ellos el de Fernando Soriano, su anonimato marca la hoja de ruta. Discreción y silencio. Eso sí, el perfil es claro y, salvo milagro, su contexto de trabajo también.

El escenario deportivo en el que deberá trabajar, interna y externamente, así como la realidad económica disponible se conoce casi de manera oficial. Restan tres jornadas para que el Málaga finalice su etapa en el mundo profesional y regrese, veinticinco años después, a la tercera categoría del fútbol español. Una Primera RFEF que más allá de ser un engendro, resulta un escenario duro, complicado y en el que no existe control financiero o económico.

El perfil del director deportivo del Málaga

Fue el propio Kike Pérez el que habló en Radio MARCA Málaga de que el perfil del nuevo ‘arquitecto’ estaba decidido. Tras varios ofrecimientos y nombres tocados, el club acotó el filtro a tres candidatos. Eso fue semanas atrás, porque ayer mismo reconoció que la persona está elegida. El perfil futuro director deportivo debe cumplir los requisitos mínimos marcados por la entidad: Experiencia en el cargo, conocimiento en las dos categorías, convencimiento de venir al Málaga y el desarrollo de su proyecto con la continuidad, quiera o no, de Sergio Pellicer como entrenador.

La realidad económica con la que trabajará

El Málaga deberá reajustar y mucho su estructura. Las cuentas andan saneadas tras el ‘maná’ de CVC y la ayuda institucional, pero se requiere acertar casi de inmediato. No prolongar la estancia en el inframundo mucho tiempo. Aun así, en caso de descenso habrá compensación económica de LaLiga, alrededor de 1,25 millones de euros, así como un depósito de tres millones que deberá devolver una vez que retorne al fútbol profesional. En cuanto a los derechos de televisión, en esa hipotética Primera RFEF, el Málaga cobrará un ínfima parte -alrededor de 300.000 euros- comparada con lo que ha tenido en este último curso. El sexto mayor límite salarial de la categoría en verano y con el reajuste invernal se convirtió en el cuarto.

Ese escenario puede ser incluso más esperanzados o boyante ya que la entidad de Martiricos espera los cuatro millones de Ontiveros-N’Diaye y la gran indemnización que deberá abonar el Sporting de Braga al rechazar la propuesta que puso el Benfica encima de la mesa por Ricardo Horta.

La ‘plantilla’ que deberá armar

¿Quién debe quedarse el año que viene? Es una de las preguntas que se hace la afición. Buena parte de la plantilla tiene una cláusula en vigor por la que podrá salir y gratis del Málaga. Salvo Juande, Genaro, Ramón y Manolo Reina, que no la tienen, el resto puede irse de Martiricos sin coste alguno.

Sin entrar en valorar su rendimiento y solo por su situación contractual, en vigor estarían los cuatro mencionados y más futbolistas como Rubén Yáñez (2025), Febas (2025), Bustinza (2025), Luis Muñoz (2025), Esteban Burgos (2024), Ramalho (2024), N’Diaye (2024), Lago Junior (2024), Álex Gallar (2024) o Delmás (2024). Sus contratos no son bajos por lo que el Málaga, en este caso el director deportivo, deberá resolver de manera individual cada caso. No será fácil ante sus discretas actuaciones, ficha y posible falta de ofertas.

Más allá de eso, canteranos como Kevin, Roberto, Dani Lorenzo o David Larrubia deberán volver al equipo tras su ‘mili’ lejos de Málaga. El futuro director deportivo del Málaga tendrá que estudiar el caso de canteranos meritorios como Cristian, Haitam, Moussa, Andrés Caro, Loren, Álex Calvo, Carlos López o más futbolistas de La Academia como Juanmita.

No hay que olvidar, que si se produce el descenso, la normativa de Primera RFEF es clara y obliga a los blanquiazules a tener, como mínimo, inscritos a seis futbolistas sub-23.