«De fracaso en fracaso…»

Pues ya tenemos aquí el primer fracaso de la temporada y no será porque no estábamos sobre aviso. Salvo milagro que supere el de Nuestro Señor Jesucristo andando sobre las aguas, o hecatombe del CD Castellón y la UD Ibiza o el Málaga CF no ascenderá directamente a la categoría de plata del fútbol español. Sería de agradecer que José María Muñoz, administrador judicial del club, no nos dijese con el paso del tiempo que sus ayudantes más cercanos le han vuelto a engañar.

Lo prudente sería que Su Señoría, María Ángeles Ruíz, cerrase ya la instrucción del Caso Al-Thani y usted dejase de ser el máximo responsable del club blanquiazul. De esa manera, mejor o peor, tendríamos unos propietarios de la entidad malacitana que no sabemos si lo harían mejor que usted, pero desde luego peor es improbable.

Suena a lo del cambio de opinión del Presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ya no se lo cree nadie. Sánchez, al menos, sigue teniendo millones de votantes que le respaldan, a usted como bien sabe, cada vez le quedan menos adeptos dentro y fuera del club. Y usted querido lector, y no le faltará razón para ello, se estará preguntando: ¿por qué critica al administrador judicial si lo que ocurre en el terreno de juego es culpa del entrenador y de los futbolistas?.

Permítame responder a la pregunta: pues muy sencillo. Si Muñoz de verdad hubiese delegado en Kike Pérez, director general del club, o bien en Loren Juarros, director deportivo del Málaga CF, podría eximirle de parte de lo que está ocurriendo esta temporada. Sin embargo, muy al contrario, Muñoz no ha dejado de hacer y de tomar decisiones ni un solo día desde el descenso blanquiazul y, por desgracia, sus decisiones no han sido afortunadas.

Sí, porque Kike Pérez trabaja al dictado del teórico Presidente del club costasoleño y, por ende, el director deportivo Loren Juarros, se mueve en la misma senda. En ambos casos de poca o ninguna libertad para realizar su trabajo, la resultante es la que ya están sufriendo otra vez sobre el terreno de juego los miles de aficionados malaguistas. Para empezar porque a sabiendas de que no era lo más recomendable, Juarros junto a Muñoz, decidieron mantener en el banquillo malaguista a Sergio Pellicer. Si salía mal, como está saliendo, ya tenían un chivo expiatorio a quien culpar. Aunque el culpable de lo deportivo sea Loren, la realidad es muy distinta en el día a día del club.

Por lo tanto no hay ninguna sorpresa respecto al capítulo de fichajes, o José María Muñoz acepta que el dinero esté sobre el terreno de juego y no en la zona noble del club o el ascenso, si es que no clasificamos, será una quimera en estas condiciones. Respecto al entrenador, Sergio Pellicer, anoche en la rueda de prensa ya dejó claro su enfado en la política de fichajes que el burgalés está llevando a cabo. Y resulta obvio que cuando un director deportivo no tiene feeling con el entrenador uno de los dos debe de irse.

Los jugadores por su parte, no dan más de sí en su mayoría. Así que o fichamos lo que hace falta o llegará el siguiente fracaso de esta temporada. Analizar el partido de ayer sin reflexionar sobre todo lo que aquí he opinado es absurdo e inapropiado. Una vez más jugaron niños contra hombres, un equipo hecho con otro en continuo aprendizaje, Pellicer dixit.

Un plantel equilibrado con otro desequilibrado, un grupo de futbolistas que saben a que juegan y otro que, por disposición táctica de su entrenador, siempre juega en función del rival. El paciente está a trece puntos más el golaverage, que está perdido, del ascenso directo. Y peor aún, a once puntos de la segunda plaza, y cada vez más cerca de perder la tercera posición de forma definitiva. Empieza a preocupar que se vaya al limbo la cuarta y en peligro la quinta como se descuide.

No le ha ganado a ninguno de sus rivales directos y ya ha perdido dos veces con inalcanzable CD Castellón. En los últimos tres partidos ha obtenido un solitario punto y lleva varias jornadas en números de permanecía. Su director general, Kike Pérez, puede mirar para otro lado o utilizar el bisturí para tratar de darle la vuelta a la situación, no hay más opciones realistas a estas alturas de la competición.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo esto último.

AJ Merchán durante un programa de Radio Marca