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El Málaga Club de Fútbol hizo oficial a comienzos de semana un secreto a voces. El club de Martiricos hizo oficial un Expediente de Regulación de Empleo entre los trabajadores de la entidad. Un ERE malaguista insuficiente para las arcas malaguistas pero que aliviará el peso de unos números que complican todavía el futuro del cuadro costasoleño. El Málaga sigue en números rojos y el despido de 50 empleados, la mayoría de ellos mileuristas no arreglará mucho en un futuro inmediato. Era necesario hacerlo y el club avisa de que el camino que queda por recorrer está lleno de obstáculos.
El volumen de los empleados era reducible, pero también lo es y más el sueldo de una plantilla sobrevalorada desde el punto de vista contractual. No bastará con ahorrar un millón de euros en estructura no deportiva si la parcela que dirige Manolo Gaspar no se aprieta al máximo su cinturón. Será necesario meter la tijera en salarios como el de Juanpi, Juankar, Adrián, Luis Hernández y alguno más. De no poder reducir su masa salarial, el club se verá obligado a dar carta de libertad a sus jugadores, eso sí negociando sus salidas antes. Un sudoku que puede ser imposible de resolver.
El ERE malaguista seguirá siendo insuficiente. Los recortes en estructura también van a llegar a la cantera malaguista. Los salarios de los jugadores, de los entrenadores y preparadores también se van a reducir. Todavía con Shaheen al mando ya se hablaba de una reducción brutal en el presupuesto de La Academia. Jugadores que no renovarán su contrato y sueldos que bajarán hasta un 70%. Son las consecuencias de la mala gestión de Al-Thani y los distintos directores generales y deportivos de las pasadas temporadas. En 2007 el ERE tampoco fue la solución final y el club acabó siendo vendido precisamente a Al-Thani.
José María Muñoz, administrador judicial del Málaga, con el técnico de prevención de LaLiga