@Pedromartinper || Si tuviésemos que definir en una sola palabra la puntuación del Unicaja durante el 2018, esta sería “notable”. Entre un 7 o un 8 podría ser la valoración de un equipo que ha cosechado un gran año, aunque varios son los factores que privan a los verdes de tener un sobresaliente en el balance anual. La falta de más competitividad es una de ellas. El séptimo puesto en la Liga Endesa con partidos donde al equipo le faltó entrega como ante Gran Canaria o Baskonia sumado a las rachas negativas en Euroliga –perdió tres encuentros consecutivos contra Olympiacos, Brose y Valencia más las severas palizas frente a CSKA y Panathinaikos- fueron lo más negativo de un equipo muy bien estudiado por sus rivales.
Además, a ello se podía sumar la derrota del Unicaja ante el Real Madrid en Copa del Rey, donde los de hasta el momento Joan Plaza cedieron una ventaja de siete puntos cuando restaban cuatro minutos para el final. Pero para conseguir dicho notable, no todo fueron sombras. Noches de alegría brindaron los cajistas por Europa, como la primera cita continental. Desde el Martín Carpena, Málaga se hacía grande tras debutar con victoria en Euroliga ante todo un Fenerbahce (68-67). También ante Olympiacos, Real Madrid y, por dos veces, al Barcelona Lassa se lograron triunfos de mucho valor.
Para la memoria de los aficionados malagueños quedarán las exhibiciones de los Nedovic, Brooks o Alberto Díaz, aunque la superestrella de Unicaja se marchase en verano. Y, precisamente, fue en este periodo donde se produjo el punto de inflexión para la entidad de la Costa del Sol. El adiós de Joan Plaza para dejar paso a Luis Casimiro. Después de un lustro en el banquillo y siendo el entrenador con más partidos en Málaga (325), la necesidad de un cambio por diferentes circunstancias como las dudas de su sistema y el entorno que rodeaba al míster con las relaciones con jugadores y directivas fueron el motivo para que se separasen los caminos entre Plaza y Unicaja.
Para enderezar el trayecto del navío cajista, el capitán elegido fue Casimiro, que conocía la casa. Su llegada ha generado un cambio de aires que ha transmitido una frescura que se palpa en el vestuario y en el juego de sus pupilos. De dicha unión y sacrificio en la cancha, objetivos como clasificarse para la Copa del Rey como cabezas de serie o conseguir un título en Eurocup parecen un sueño del que cada vez están más concienciados los jugadores y que aspiran a conseguirlo después de un inicio de campeonato espectacular. Por último, y aunque no menos importantes, el proyecto de futuro por parte de la directiva están dando ya sus primeros frutos. La aparición estelar de Jaime Fernández o la presencia física de Lessort han sido dos de los muchos aciertos de la dirección deportiva. El notable para Unicaja es más que merecido en este balance de 2018.
