@RadioMarcaMLG | El baloncesto no fue justo con el Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón, que tuvo contra las cuerdas al MyWigo Valladolid prácticamente todo el partido y a punto estuvo de dar la sorpresa de la jornada. El equipo vallisoletano se llevó el gato al agua en un enorme encuentro de los de Francis Tomé, que tuvieron un último tiro ganador de Ricardo Guillén que no entró y que hubiera supuesto la primera victoria de la temporada. No obstante, y a pesar de la derrota, el Clínicas Rincón regresa a Málaga con buen sabor de boca por el buen partido realizado y sobretodo, por las sensaciones mostradas por los chicos (66-64).
Como un tiro empezaron los malagueños, que en los primeros compases del partido marcaron el ritmo sobre el parqué. Al MyWigo Valladolid le pilló por sorpresa el gran acierto anotador del Clínicas y a los cuatro minutos de partido ya perdían 4-9. Ricardo Guillén, que no ha tenido suerte en los primeros partidos de la competición, sí estuvo activo desde el inicio y el equipo notó su confianza. De ahí que al término de los primeros 10 minutos el Clínicas Rincón dominara ya por un claro 9-18 para sorpresa de muchos.
Nikola Rakocevic salió a la pista dispuesto a recortar distancias. El MyWigo Valladolid se amparó en él para la remontada, y aunque pasó de puntillas por el partido, sí es cierto que fue importante para la reacción de su equipo. Su presencia en la pista significó un parcial de 5-0 que apretaba las cosas a los dos minutos del segundo periodo (14-18). En esos instantes el Clínicas pudo ponerse nervioso, pero no fue así y trabajó a destajo para no dejar espacios en defensa ni conceder canastas fáciles. Dos buenas acciones malagueñas aumentaban la distancia a 16-25 y Porfirio Fisac no veía claro lo que estaba sucediendo en el campo. Apareció entonces la figura de Guille Rubio, quien conocía a la perfección a sus “compañeros” y ahora rivales. Con varias acciones de mérito, el interior catalán dejaba al Valladolid por delante en la primera mitad. Antes del final anotaba Alfonso Sánchez un triple que mostraba claramente que los malagueños iban a vender cara su derrota (29-28).
El paso por los vestuarios no alteró la tónica del encuentro. Ambos equipos se intercambiaban canastas y ninguno de los dos conseguía romper el partido. Cuando los locales intentaban distanciarse desde la línea de 6,75, ahí estaba el Clínicas Rincón para hacer daño y empatar el encuentro bien entrado el tercer periodo (37-37). Una antideportiva señalada al Valladolid ponía por delante de nuevo a los malagueños desde la línea de personal (39-40), aunque entre Montañez y Guille Rubio hacían daño para dejar una ventaja de cinco puntos en bandeja para los suyos (50-45) en el minuto 30.
Un triple de Morayo Soluade apagaba el fuego que inició Valladolid nada más entrar en el definitivo periodo. La ventaja de 7 puntos parecía inaccesible para un equipo que aunque se encontraba cómodo en la pista, iba acusando los nervios en alguna jugada puntual. Kenan Karahodzic sacó su manual de instrucciones y con un enorme triple devolvía la ventaja a los malagueños que aguantaron el chaparrón cuando peor le pintaban las cosas (55-56). Desde entonces ninguno de los dos conjuntos consiguió sentenciar el partido a su favor y las ventajas no superaron en ningún momento los cinco puntos. El 64-61 con el que se llegaría al último minuto de partido ponía el corazón en un puño a la grada morada, que no se esperaba sufrir tanto ante los jóvenes comandados por Francis Tomé.
Así, el Clínicas Rincón tuvo en los últimos 8 segundos un tiro ganador de Ricardo Guillén que no entró. Tras anotar Morayo Soluade dos tiros libres de infarto (65-64) y meter otro más Román Montañez para poner el definitivo 66-64, la última bala cayó del lado malagueño, pero se falló. De anotar el tiro el de Tenerife el Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón se hubiera apuntado la primera, pero el baloncesto sigue haciendo esperar a un equipo que ha crecido mucho a pesar de las derrotas que le acompañan en la clasificación y que regresa a Málaga con la cuarta derrota en el zurrón, pero con la confianza plena en lo que se está trabajando y seguro de que pronto se verán los frutos en forma de resultados.
