EL REAL MADRID REPITE TÍTULO ANTE EL BARÇA (71-77)

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Otra Copa

@RadioMarcaMLG || El Real Madrid no se quita la corona. Una canasta de Sergio Rodríguez a 7,5 segundos para el final sentenció una final copera llena de emoción marcada por un duelo con tintes históricos, el que enfrentó al MVP Orange Rudy Fernández con un Ante Tomic descomunal.

 

El Real Madrid abre brecha en el palmarés respecto a su eterno enemigo (26-24) y revalida el título de 2014, confirmando su hegemonía reciente en ACB frente al Barça, con 6 victorias en las últimas 7 finales en las que se enfrentaron. Los de Pascual se apuntaron el primer cuarto (21-18) y llegaron a amenazar con romper el partido en el segundo con un Tomic inspirado por los dioses (42-35, m.19), pero se encontró con un Rudy que firmó prácticamente solo un 0-9 para adelantar a su Real Madrid. Tras una gran batalla entre el alero y el pívot, los blancos llegaron a irse de 7 (67-74, m.30) pero el Barça igualó fue remontando hasta igualar a 71 a falta de dos minutos. En los balones que decidieron el partido, Navarro falló su intento y Sergio Rodríguez se inventó a falta de 7,5 segundos una penetración que ya es historia de la Copa. 

El intercambio de golpes inicial fue protagonizado por dos nuevos actores de la serie, Ayón ySatoransky, precisamente dos de los poquísimos en cada equipo que jamás levantaron una Copa y que salieron dispuestos a todo para engordar su palmarés (9-12, m.7). De fondo, la actuación estelar de un Rudy que no solo se animaba en ataque. El “5” blanco asistía, reboteaba, recuperaba y lideraba buscando el trofeo y las tres letras que dan más gloria en una final, bien secundada por un Nocioni especialmente motivado.

La entrada de Abrines en pista, con dos triples consecutivos, neutralizó la ventaja madridista y una canasta de Doellman sobre la bocina dejaba el resultado en 21-18 con la llegada de la primera pausa. Esto solo acababa de empezar. Un minuto antes del final del primer cuarto, tras un tapón soberbio a Pleiss y 2+1 de Rudy,Nocioni se puso a gritar mirando al infinito, apretando con fuerza los puños hacia abajo, como aquellas batallas de dibujos animados de Namek y pelos que crecían de amarillo. Nada más comenzar el segundo periodo, otra canasta y adicional del argentino, redondeada con un brillante tapón a Pleiss, volvió a desatar su furia, como en sus más dorados días en el Baskonia o Argentina (21-23, m.11).

Los de Laso se defendían como podían con los puntos desde el banquillo de Maciulis yBourousis, pero lo de Tomic era algo muy serio. Siempre en el centro de la zona, asustando al más valiente en cada ataque, forzando un desequilibrio absoluto en la defensa blanca, con 13 puntos, 5 rebotes… ¡y 20 de valoración en el segundo periodo! Cuando estiró la ventaja de los suyos hasta el +7 tras el enésimo 2+1 del cuarto (42-35, m.19), el FC Barcelona sitió que por fin se escapaba. Y pudo haberse ido de 10 si el triple de Lampe hubiera entrado, a un minuto del final. En cambio, el balón fue para un Rudy que lanzó el contraataque para que Slaughter machacara. Más tarde, nueva carrera de Fernández para ponerse a 3 y, cuando el Barça apuraba la última posesión, otra vez apareció de la nada para robar, dar zancadas de gigante hacia el aro, mirar el reloj y saber que podría ascender hasta el cielo antes de que la luz roja apareciera. Lo hizo (42-41) y el partido se iba en su punto más alto a vestuarios. La calma antes del desenlace. 

En el capítulo final siempre hay un héroe y un antihéroe. O, simplemente, dos héroes antagónicos, que se quieren ganar el uno al otro, que se enfrentan y se necesitan al mismo tiempo. Tomic y Rudy. Rudy y Tomic. Ya sin paños calientes, sin disimulo alguno, ambos tomaron el mando dispuestos a conducir a sus equipos hasta el trofeo final. El de Palma de Mallorca adelantaba a su equipo y el de Zagreb respondía. El croata, aún más inspirado, ponía más tarde 5 arriba a los suyos alcanzando las dobles figuras. Cuando Rudyvolvía a dejar a 1 al Real Madrid, Tomic culminaba una jugada barcelonista de tiralíneas con un mate, balanceándose en el aro en pleno éxtasis. Y cuando el pívot aún celebraba su canastón, aparecía el alero para acertar el triple (52-50, m.26). Dos estilos tan opuestos y tan diferentes como absolutamente determinantes. Y sí, había actores secundarios, aunque más por parte blanca. Nocioni, cada vez más cerca de ser actor principal, empataba a 53, Sergio Rodríguez enlazaba un tapón con dos canastas consecutivas, Maciulis demostraba que quería ganar la Copa de su tercer país diferente y Ayón, qué trabajo el suyo, y qué poco valorado, anotaba sobre la bocina de forma acrobática (57-64), yéndose para su grada mientras los Sergios cruzaban sus vuelos en el banquillo. Como en las series finales, no hay nada decidido hasta el último segundo. Y en esta final ninguna brecha parecía definitiva. Ese +7 le duró al Real Madrid solo tres minutos, los que tardaronTomic, Thomas y Satoransky en poner al Barça a uno. Y vuelta al ataque para el Real Madrid, con 2+1 de Maciulis, canasta de Sergio Rodríguez y Llull fallando lo que hubiera sido un +9. Que no, que no aprendemos. Que en las series buenas nada se decide con antelación.

El choque volvió a cambiar otra vez con Navarro anotando un triple imposible desde 9 metros, con la posesión a punto de acabar. Tomic se iba hasta los 40 de valoración –récord histórico en el torneo- y Navarro empataba por fin para el Barça (71-71) tras técnica a Llull, aún con dos minutos por disputar. Todo un mundo. Dos tiros libres de Reyes volvieron a adelantar al Real Madrid, que se sintió ganador cuandoRudy robó en el último minuto. Tanto que Abrines le sorprendió, quitándole otra vez la cartera, con el FC Barcelona para jugar la Copa y devolverle la moneda al Real Madrid tras lo de Málaga 2014.

Navarro botó dispuesto a la gloria en el torneo que ya conquistó 6 veces pero su entrada a canasta se quedó en el limbo y Sergio Rodríguez, al que Llull le hizo el favor de su carrera después de perder el balón decisivo en la última final, se quitó para siempre la espina –si es que hay espinas después de ganar- con una bomba explosiva a falta de 7 segundos con aroma a Copa que ya es historia del torneo. El 71-77 final volvió a coronar al Real Madrid.