El sueño de la Copa tendrá más capítulos

El Unicaja se enfrentará al Morabanc Andorra en semifinales

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El Unicaja volverá a jugar mañana / ACBPhoto

@SuarezRMarca | La maldición del Unicaja como anfitrión ya no existe. Los de Casimiro la han borrado de un plumazo después de vencer al Casademont Zaragoza 90-86 y superar por primera vez desde que se organiza en Málaga los cuartos de final. Tres veces, tres derrotas. La última, especialmente dolorosa ante los maños. Pero eso es pasado. El presente dicta que los malagueños están en semifinales, donde le espera el Morabanc Andorra, equipo al que hace menos de un mes derrotaron en el Principado y en el Carpena. 

Costó lo suyo. Porque los de Porfi Fisac, que están completando una grandísima temporada, lo pusieron muy difícil desde el principio. Si no llega a ser por sus malos porcentajes exteriores, otro gallo hubiera cantado. Gracias a esos errores, Unicaja sobrevivió metido en el choque. A eso y a dos titanes como Alberto Díaz y Rubén Guerrero. Con el primero los rivales tienen una mosca satélite a la que ya puedes intentar espantar que siempre volverá a incordiar. Con el pívot marbellí se tiene un tesoro. Se metió dos autocanastas, le pudieron sus ansias de sacar el balón del aro, pero aportó un doble doble que tiene un meritazo enorme. 

Siempre a remolque, los hombre de Casimiro perdieron el primer parcial 18-23 con un DJ Seeley destacadísimo. Imparable el base americano, que superaba a Jaime y a Adams cómo y cuándo quería. Aún Alberto no le había cogido la medida. Eso llegaría en el tercer cuarto. 

Porque en el segundo, los cajistas seguían sin encontrar el ritmo. Dominaba el rebote ofensivo, pero fallaba en su propio aro. A cada tirón local (39-42, a 2’58») le seguía otro zaragozano para alcanzar el descanso 41-48. 

El tercer cuarto, clave en la victoria

La reacción llegaría en el tercer cuarto. Ahí es donde Unicaja funcionó a las mil maravillas. Donde Brizuela destapó el tarro de las esencias ofensivas. Donde Alberto cerró todas las líneas de pase para ahogar a Seeley. Donde el Carpena fue el Carpena y la marea verde inundó el parqué. Primero fueron ventajas cortas, pero en los dos últimos minutos se despegó ya casi definitivamente (69-63).

Aún quedaba trabajo por hacer. Pero ya no hubo forma de que los de Los Guindos se bajaran de la nube, de que la dinámica cambiara. Seeley lo siguió intentando, llegando a 28 puntos. Alberto, sin embargo, que no es sólo defensa, lo contrarrestó con dos triples con los que sentenció el duelo. MVP, MVP, MVP. Con él la final está más cerca, aunque aún quede el choque ante el Andorra. 

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