EL UNICAJA ENTRA EN BARRENA (78-66)

0
12
El Unicaja ha perdido su cuarto partido consecutivo y está en crisis || ACBPhoto

@CesarRadioMARCA | Si la intención de Plaza es la de que el equipo llegue maduro, preparado al play off, mucho trabajo tiene por delante porque su Unicaja está en crisis, de resultados y de imagen. La cuarta derrota consecutiva ya no es un simple aviso sino que es un síntoma evidente de una enfermedad más grave de lo que parecía en principio. 

 

Da igual que enfrente esté el Real Madrid con el liderato en juego, o el Baloncesto Sevilla con el agua al cuello. Ahora mismo el Unicaja no le gana a nadie. Ante el Obradoiro hincó la rodilla al caer por un claro 78-66, dejando muchas preocupaciones de cara a lo que se avecina, primero el Barcelona con la segunda plaza en juego, y luego con el play off. 

 

Y eso que el inicio de partido fue bueno, muy bueno, con un primer cuarto que se llevó 17-25. Nada hacía presagiar lo que sucedería después, aunque el segundo cuarto ya vio cómo el cuadro local frenaba la escapada malagueña. Sin embargo, una vez más, volvió a ocurrir lo de siempre. Tras el vestuario, en el tercer cuarto, el ridículo más espantoso. La defensa que hace aguas y el ataque que no existe. Un parcial de 21-9 demuestra que algo pasa en los descansos de los partidos. No es normal que siempre bajen los de Plaza el pistón en el tercer cuarto. SIEMPRE. 

 

Con 54-51 aún había partido. En teoría. En la práctica, los gallegos, con Waczynski de lujo -máximo anotador del partido con 24 puntos- volvieron a pasar por encima de los cajistas, incapaces de detener el vendaval de los Moncho Fernández. En el Unicaja sólo Toolson -13 puntos-, Granger -12- y Suárez -10- tuvieron dobles dígitos en anotación, aunque los porcentajes fueron lamentables. El uruguayo falló los 4 triples que intentó, mientras que el americano metió 4/8 en triples, pero erró sus 4 lanzamientos de dos. Con un 12/33 en tiros de dos es impensable poder ganar un partido, ni siquiera al equipo del pueblo de Plaza. O reaccionan o la segunda plaza se puede esfumar… y quién sabe qué más. 

 

""