EL UNICAJA TROPIEZA EN SU REGRESO A LA EUROCUP

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Shermadini se intenta zafar del pegajoso marcaje de Kairys || eurocupbasketball

@SuarezRMarca | El regreso a la Eurocup no fue el esperado para un Unicaja que sufrió y mucho las consecuencias de un viaje que duró 18 horas y que le hizo llegar en la misma mañana del partido a Lituania. Aunque suene a excusa barata, la realidad es que las condiciones físicas de los de Casimiro no eran las más apropiadas y se terminó notando en un último cuarto horrible para los malagueños. 

 

Algo que ya se dejó entrever en el 9-0 de salida del Rytas que rompió Wiltjer con un triple. Poco antes, el técnico cajista había buscado la reacción de los suyos con un tiempo muerto que sirvió para mejorar en defensa, pero no para alcanzar la fluidez en ataque necesaria. Aun así, con Lessort y Wiltjer aprovechando su mayor envergadura, empataron el choque a 11 a falta de 3’55” para el final del primer cuarto. Pero volvieron a bajar de intensidad y los locales firmaron un 9-2 para iniciar el segundo acto con 20-13 a su favor.

 

Esa dinámica, con Bendzius, ex de Obradoiro, desatado desde el perímetro con dos triples consecutivos, les animó también en defensa, provocando más pérdidas del Unicaja -8 en 12 minutos- y llegando a disfrutar de un 28-15 que obligó a Casimiro a volver a parar el encuentro para llamar la atención a los suyos.

 

Logró su propósito el manchego de frenar la sangría y, con Suárez y Shermadini como líderes en cancha, el equipo se recompuso. Un tapón de Wiltjer y una canasta rápida de Roberts pusieron un 32-27 que ya no asustaba tanto. A pesar del tiempo muerto de Adomaitis, un triple de Dani Díez y cuatro puntos consecutivos del ala-pívot canadiense le dieron la primera ventaja en el choque a los malagueños, un 34-36 con el que se llegaría al descanso.

 

El paso por vestuarios no sentó bien a ninguno de los dos, muy fallones de cara al aro. Pero no tardó Roberts en engrasar la maquinaria para comandar un 0-7 que otorgó a los suyos la máxima renta a su favor (36-43). Lessort, mientras tanto, se bastaba y sobraba bajo aros para minimizar el efecto de la primera canasta en juego de Seely, el acierto triplista, otra vez, de Bendzius, y el posterizado bestial de Kramer a Shermadini que encendió los ánimos en el Siemens Arena. Una falta controvertida a Alberto Díaz a medio segundo del final y un despiste en el rebote redujeron la distancia hasta la mínima expresión, iniciándose el último cuarto con 54-55.

 

En cualquier caso, nada hacía presagiar un bajón del Unicaja como el que se dio. Culminaron los lituanos la remontada con 4-0 de salida y aunque los cajistas parecieron reaccionar, el despertar de Seely y Sutton, y la regularidad de Kairys, terminaron de romper el partido a 5 minutos del final (68-59). A la desesperada no consiguieron nada los de Casimiro, quienes se marcharon de Lituania con la derrota y con el mismo malestar con el que llegaron tras un viaje que les mermó las fuerzas en exceso.