LAS HERIDAS DE GUERRA DE JOSH ADAMS

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El líder de Unicaja se sincera en Movistar+ / ACBPhoto

@Pedromartinper | Creciendo cada día más con su nuevo equipo. Un jugador que, desde su llegada a Málaga, ha demostrado ser un líder, capaz de dar un paso adelante cuando las cosas se complican. El base americano, Josh Adams, ha participado en Basket en Movistar+ para recordar el momento más complicado de su vida y su perseverancia para vencer al miedo y volver a disfrutar del juego de su vida.

 

El de Arizona comenzó repasando el accidente trágico que tuvo en 2016, antes de firmar su contrato en Rusia: “Acababa de firmar mi contrato para jugar en Rusia, quería hacer una ronda para ver a todos mis familiares y amigos antes de irme para despedirme. Estaba conduciendo volviendo a casa de madrugada. Vivíamos en medio del campo y estaba muy oscuro. Eran sobre la una y media de la madrugada. Estaba cansado, me quedé dormido al volante y el coche se salió de la carretera hacia la cuneta, saltó un montículo y me choqué contra la cuneta del otro lado”.

 

“Me desperté justo cuando el coche se estaba saliendo. Vi todo el accidente nítidamente. Durante un tiempo tuve pesadillas reviviendo el accidente en mi cabeza”, afirmaba un Adams que recordaba con emoción lo sucedido aquella madrugada. Para recuperarse de las lesiones, el jugador necesitaba un dinero que no poseía la familia. Fue el momento de acudir a Crowfunding: “Cuando empezamos en el Crowfunding solo queríamos algo de ayuda, nos emocionamos con el gran apoyo que tuvimos”.

 

Pero rendirse no es una opción para el nuevo líder de Unicaja, por eso se hizo fuerte mentalmente para evolucionar en su lesión y volver a pisar el parqué: “Todo el proceso de recuperación fue esperar a que creciese un nuevo hueso. Así que consistía simplemente en esperar sentado y con mucho tiempo para pensar. Tienes que sentarte con el collarín y no moverte. La peor parte es aislarte mentalmente, mantener la confianza de que vas a poder volver a jugar a ese juego que tanto te gusta. Lo único que me preocupaba era ser capaz de jugar de nuevo al baloncesto”.

 

A los siete meses, y aunque con miedo al principio en ciertas jugadas, Adams pudo disfrutar de lo que más ama, el baloncesto: “Recuerdo la primera vez que pisé de nuevo la cancha, estaba asustado. Pensaba que me iban a golpear en cualquier bloqueo cada vez que saltaba. Tuve que darme un fuerte golpe en la cabeza para darme cuenta de que estaba bien y recuperar la confianza al jugar.  Perseverancia, seguir adelante, incluso en los momentos duros. Tener Fe”.

 

El mítico tatuaje del león que viste el brazo del base es un fiel reflejo de su vida y su episodio: “Es un león que dice que presumas de tus cicatrices. Básicamente, tiene la misma cicatriz que yo tengo en mi frente”.

 

Ahora Adams es el león del Unicaja, el que más ruge cuando lo necesita el equipo. “Me siento cómodo haciendo todo lo que haga falta para ganar. Todo lo que quiero hacer es ganar partidos y luchar por un título. Así que cualquier cosa que el equipo necesita que yo haga, daré un paso adelante”, finalizó Josh, la estrella de un equipo que crece y evoluciona semana tras semana y que ha encontrado en el americano el faro de control en ataque.