Otra victoria de oficio (80-84)

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El Unicaja se impuso por un ajustado 80-84 al Herbalife Gran Canaria. Los malagueños dejan atrás el gris inicio. Brizuela se marca un partido brutal con 23 puntos y consigue para los suyos la cuarta victoria consecutiva entre ACB y Eurocup. Los del Carpena cimentaron su victoria en la intimidación bajo aros de Rubén Guerrero y Yannick Nzosa y la inspiración ofensiva de Darío Brizuela, el mejor con 23 puntos y 24 de valoración. Logran, así, una victoria que se resistía en Gran Canaria desde el 26 de octubre de 2014.

Dos triples -con algo de fortuna- de Albicy dieron sustento al Herbalife Gran Canaria, que se sobrepuso al buen arranque del Unicaja con un 3-8 de parcial. Los malagueños se trabaron ante la defensa canaria, siendo Rubén Guerrero el único que hacía daño en el aro canario, para encajar un 7-0 que daría la vuelta al marcador (21-16).

Pero ahí emergieron los brotes verdes malagueños. El acierto de Brizuela y la intimidación atrás de Nzosa maridaron a la perfección para imponer un vertiginoso 2-15 que dio de nuevo el liderazgo a los de Casimiro. Con la defensa crecida con Alberto Díaz y Carlos Suárez de referentes, Costello era el único que veía aro con relativa facilidad, llegando a alcanzar la máxima el Unicaja tras una suspensión de Francis Alonso (30-39, +9), llegando al descanso 32-41.

El tercer cuarto fue, en realidad, dos partidos en uno. Imponía su ritmo el Unicaja, quien con unos buenos minutos de Thompson rompió el encuentro para sellar la máxima (35-50, +15). Paró Porfi Fisac el choque para reestructurar a los suyos y reaccionaron los canarios, endosando un 10-0 de parcial con Okoye como estilete. Con el Herbalife Gran Canaria a 4 puntos, Brizuela cogió de nuevo las riendas del Unicaja para dar aire a los suyos con la ayuda de un sólido Alberto Díaz en la dirección (8 asistencias). Fueron unos minutos de intercambio de triples de los que los malagueños salieron vivos al término del cuarto (60-64).

Los buenos minutos en ataque de Nzosa dieron confianza al Unicaja, que volvía a poner los diez de diferencia, si bien el Herbalife Gran Canaria encadenaba pequeños parciales por medio de Costello y Albicy. Con un tira y afloja constante, la solidez bajo aros de Rubén Guerrero y un imparable Brizuela (el mejor, con 23 puntos y 24 de valoración) fueron decisivos para evitar la ofensiva canaria y romper, al fin, la sequía del Unicaja en Gran Canaria. Una maldición de casi 6 años que llegó a su fin.

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