PASIÓN Y CORAJE PARA REMONTAR UN PARTIDO GRIS (74-63)

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@Danielnz97 || Balance positivo para el Unicaja en Málaga contra Monbus Obradoiro. Con un 7-2 recibían los verdes a los gallegos. Objetivos diferentes también para unos y otros. Mientras los de Casimiro aspiran -ahora todavía más- a ser cabeza de serie para el playoff por el título, los de Moncho Fernández siguen soñando con formar parte de esos ocho equipos que pelearán por la Liga Endesa. Waczynski cumplía su partido 150 en la Liga Endesa y, mientras, el canterano Lucas Muñoz, reemplazo de Ryan Boatright, esperaba en el banquillo. Debut testimonial del cordobés, cuya convocatoria no sirvió para dar descanso a un Roberts que superó la media hora de partido, pero sí para que jugase 30 segundos y anotase dos puntos.

 

Como si le fuera la vida en ello salió el Unicaja en el Carpena, donde no pierde en Liga Endesa desde la mañana de Reyes en la visita del Iberostar Tenerife (61-78). Con un comienzo en el que no dejó opciones al Monbus Obradoiro, los verdes impusieron un parcial de 10-0. Los gallegos no anotaron la primera canasta hasta casi llegar al minuto 5. Y la siesta que parecían haberse tomado los visitantes se fue hacia el lado de los locales. Cambio de posición en la cama y a seguir botando. El conjunto dirigido por Moncho Fernández se entonó y remontó el choque. Singler lideró con siete puntos y encuadró una ventaja de cuatro para los compostelanos. Al final, dos tiros libres de Roberts dejaron un definitivo 12-14 tras el primer cuarto.

 

Con menos picos y desequilibrios que en los primeros diez minutos se desarrolló el segundo cuarto. Siempre una marcha por encima el conjunto de Santiago. Primer parcial de 2-7 para los visitantes. Simons y Brodziansky destacaron en ataque y aprovecharon la endeblez de los Casimiro en acciones muy puntuales. Demasiadas facilidades para Obradoiro, que se aprovechó del desacierto de los verdes en ataque. Los seis puntos de diferencia predominaron durante gran parte. Llegó a acortarse, pero de ahí no iba a subir ni a bajar. Bryan Roberts fue el más inspirado del Unicaja y el único que mantuvo a los malagueños en el choque para tratar de paliar, sobre todo, a Benjamin Simons con cuatro de cinco en triples (28-34).

 

No le fue mucho mejor al Unicaja en el tercer cuarto. O eso parecía. Las pérdidas no cesaron y, pese a los amagos, los de Casimiro no conseguían reducir los seis puntos, que casi se iban a doblar a falta de cuatro minutos. Un triple de Sàbat más los 28 repartidos a partes iguales entre Singler y Simons acentuaron la ventaja a favor de los visitantes. El desastre en ataque por parte del cuadro local fue una losa en los intentos de remontada. Ni rastro de Lessort, Wiltjer, Shermadini y un largo etcétera. Dos triples de Salin y alguna aparición espontánea de Milosavljevic hicieron menos malo el aspecto ofensivo, aunque lo que realmente provocó que el Unicaja llegar metido de lleno al final fue el desacierto visitante. Arreón final y 47-48 para el restante.

 

Culminó ya en el último cuarto el cuadro malagueño. La afición, que anteriormente había protestado en numerosas ocasiones a los colegiados, se vino arriba e impulsó al equipo. Mejoró el Unicaja en la faceta ofensiva. Apareció en escena Carlos Suárez, que se posicionó como el máximo anotador de los cajistas con 12 -puntos -acabó en 19-. Hasta los seis se fueron los malagueños en el ecuador del acto decisivo. Siguieron aumentando a través del tiro libre (10/11 para el capitán). Una decena de ventaja que fueron trece con el triple del propio Suárez a falta de 02:20 para el final. Desquiciados los gallegos, Moncho Fernández fue incluso expulsado poco antes. Un 27-15 decidió el choque y dio al plantel verde la décimo quinta victoria del curso (74-63).