SE LE RESISTE EL VALENCIA AL UNICAJA (81-77)

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Nedovic intenta superar a Guillem Vives || ACBPhoto/M.Á.Polo

@SuarezRMarca | Si este Valencia Basket-Unicaja era sólo el aperitivo, vaya final de la Eurocup que nos espera a partir de este martes. Un encuentro igualado a más no poder, con alternativas para ambos equipos, con mucha agresividad defensiva y con algunos jugadores llamados a cotas mayores. Dubljevic, con 20 puntos y 8 rebotes, es uno de ellos. El montenegrino fue clave en los últimos minutos para romper el equilibrio y darle el triunfo a los suyos. En los malagueños, con Smith, Waczynski y Suárez negados, fueron Omic, Nedovic y Fogg los que mantuvieron la esperanza en los visitantes, si bien al final tuvieron que ceder la cuarta derrota en otros tantos enfrentamientos de esta temporada. Con el triunfo, los de Pedro Martínez se afianzan en la segunda plaza de la ACB, que dejan prácticamente imposible esa opción al Unicaja. 

 

Aun así, los malagueños demostraron estar capacitados para plantar cara a su bestia negra. Si había que perder uno de los tres partidos seguidos, que fuera este, pensarán en el Unicaja. Aunque para acabar con la mala racha ante los taronja, los de Plaza deberán cuidar mucho lo que sucede en los terceros cuartos. Porque fue ahí donde perdieron la iniciativa del encuentro. Hasta bien avanzado ese período, el rebote ofensivo había sido coto prohibido para el Valencia. Pero fue capturar el primero y venirse tan arriba que casi rompen el choque. Reaccionaron los malagueños, que mantuvieron cierta compostura para entrar en la recta final sólo 4 abajo. 

 

Pero antes, en la primera parte, los verdes ya habían avisado de que iban a vender su piel muy cara. Y eso que Dubljevic empezó en plan martillo pilón. Su fortaleza hizo estragos en la zona cajista, donde Omic no daba a basto. Curiosamente, con la entrada de dos marginados en la rotación como Lafayette y Okouo, los malagueños se aplicaron más en defensa y fueron reduciendo la ventaja local, que llegó a ser de +7 (11-4) hasta llegar, con dos triples, de Díez y del propio Lafayette, a poner el 20-20 con el que finalizaron los primeros diez minutos. 

 

Tras el segundo, Lafayette siguió enchufadísimo con otros dos triples sin fallo. 11 puntos llevaba el tercer base del equipo verde antes de marcharse a descansar. Por entonces ya Nedovic había estrenado su casillero de puntos y los suyos apretado aún más en defensa. La excelente colocación y concentración, además del dominio en el rebote -16 de los de Plaza (8 ofensivos) por 10 del rival (ninguno en ataque)- hicieron que el Unicaja se marchara en el electrónico de 8 (31-39). Van Rossom redujo distancias con un triple vital, pero Omic tomó las riendas y le devolvió la moneda a un Dubljevic mucho más bajo y menos corpulento que el unicajista. Aun así, un par de malas decisiones visitantes y el 73% en tiros de 2 hizo que los taronja reaccionaran y se marcharan al descanso con sólo un punto abajo, 42-43.  

 

Después, el ya comentado paso por vestuarios hizo mella en los visitantes. Había más nervios en la cancha, más agresividad defensiva y, por tanto, menos acierto en los tiros a canasta. Los porcentajes bajaron, pero en esa batalla perdió más el Unicaja. 

 

En el último cuarto, los boquerones apretaron los dientes y soñaron con el triunfo. Quedaban muchos minutos pero el 0-6 de parcial en minuto y medio hizo temer a la Fuente de San Luis. Sin embargo, pérdidas incomprensibles en jugadores como Suárez y una bajada de tensión en el rebote hicieron que el marcador volviese a verse volteado. Dubljevic encontró la receta para acabar con Omic y para aburrir a Okouo, y con la inestimable ayuda de Van Rossom y San Emeterio terminaron de rematar la faena para llevarse la victoria y un nuevo golpe moral a su favor. 

 

El martes será diferente. O eso esperan en el Unicaja. Al menos, en cuanto al marcador se refiere. La Eurocup ya es lo único que importa. 

 

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