El sacrificio de Pepe Mel para firmar de tres

Cualquier herramienta le va a valer al malaguismo. Cualquier giro de pizarra va a contentar a una afición que no ve ganar a los suyos desde el pasado mes de noviembre. 16 partidos sin saborear un triunfo. Casi un año. El Málaga llega mermado de bajas, anclado en una crisis deportiva e institucional y además, estará auditado por una grada que dijo basta. Todo vale si se firma de tres. Pepe Mel estaría dispuesto a realizar algún sacrificio ante el Lugo siempre que el resultado sea favorable.

Menos posesión infructuosa

Las estadísticas están ahí. Desde que aterrizó Pepe Mel, el Málaga solo ha anotado un gol en cuatro jornadas. Pese a tener más posesión que el rival salvo en el encuentro ante el Andorra (46,2%), el Málaga ha sobado más bola, pero no ha tenido ni la frescura del último pase ni la chispa o el desequilibrio necesario para ver puerta. Ante el Leganés (61,%), o el Racing de Santander (62,2%) apenas se generaron oportunidades de peligro. Con el Villarreal B sí se vio puerta, pero en la segunda mitad, pese al dominio (61,8%), no fue capaz de mojar más.

Más contundencia defensiva

El gol ante el Leganés fue un «error grosero». Así lo calificó Pepe Mel en sala de prensa. Un fallo en cadena y con demasiados padres. El madrileño tiene en cuadros la línea defensiva y espera un paso adelante de los jugadores veteranos o experimentados. Quiere y busca que se defienda más y mejor, pero sobre todo que la presión en campo contrario sea más efectiva.

En Santander se dejó la portería a cero al igual que en casa ante el Andorra, pero el Málaga recibió 16 remates en el Sardinero. Es cierto que esa cifra ha ido bajando, 7 ante el Andorra y 4 ante el Leganés.

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