EN LOS DESPACHOS TAMBIÉN SE FALLÓ EN DEFENSA

0
11
El mercado en defensa estuvo movido

@JuanjeFernandez || El balance defensivo del Málaga habla por si solo. El equipo blanquiazul no dejó su portería a cero más que en seis partidos de los cuarenta oficiales que disputaron entre Liga y Copa. Unas cifras que le han dejado como el tercer equipo de LaLiga más goleado, justo con los mismos tantos en contra que el Betis, que fue sexto. El número es ligeramente superado, fueron 68 goles en contra, por el que recibió los malacitanos en su último descenso a Segunda en 2006. Casi el doble de goles en contra que hace dos temporadas con Javi Gracia al mando en el que es el curso con menos tantos encajados en la historia del club, tan solo 38.

 

 

Lo que mal salió sobre el césped empezó mal en los despachos e incluso antes, con la retirar anticipada de un jugador como Weligton dispuesto a haber seguido algún curso más. La marcha del brasileño, unida a la de Demichelis y Llorente, que ponía rumbo a la Real Sociedad tras su cesión, obligaban a recomponer el eje de la zaga. Arnau tenía una difícil misión de la que no saldría vivo.

 

 

La primer pieza en capturar fue la de Paul Baysse. El central del Nice se había puesto a tiro tras finalizar su contrato con el club francés. Míchel, que lo conocía de su etapa en el Marsella, recomendó su llegada a Arnau que trabajó veloz para traerlo. Tras varios días de incertidumbre en los que el jugador visitó la ciudad pero se fue sin firmar su contrato, llegó el fichaje. Por el camino habían quedado otras opciones como Alexis, que iría al Alavés; Sergio Sánchez, que jugaría en el Espanyol; o Albentosa, que también se ofreció hasta la saciedad.

 

 

Había que buscar otro nombre para la zaga. El elegido era Jorge Meré, del Sporting de Gijón e internacional con la selección sub-21. Fue de nuevo una negociación con muchas aristas. El jugador no tenía claro su titularidad, Al-Thani contestaba a las cuestiones que ofrecía Arnau con horas y hasta días de retraso y el Sporting quería una pasta a la que el Málaga no podía llegar. A pesar de todo se cerró un acuerdo de cesión con opción de compra que tuvo al defensa zurdo hasta tres días recluido en una habitación de un hotel del centro de la capital. La operación se rompió por todas las dudas existentes ya mencionadas y el futbolista puso rumbo a Alemania para descender con ellos este curso.

 

 

La lesión de hombre de Ricca le obligó a pasar por el quirófano y ahí llegó otro de los errores de la planificación. El Málaga, que soltó la pasta en dos mediocentros sin nivel para Primera, se quedó sin margen de maniobra y tuvo que tirar de Cifu para completar la terna de laterales. No hubo suerte. Juankar caería sobre el mes de noviembre y Miguel Torres se pasaría todo el año lesionado lastrando al equipo en una posición que costó muchos partidos y puntos. Todo podría haber cambiado si hubiese llegado un jugador como Antunes. El portugués, otro ex malaguista Champions, se ofreció hasta la saciedad pero la operación nunca se cerró.

 

 

Precisamente la lesión de Juankar trajo a Málaga, y ya con Husillos en el puesto de director deportivo, la única noticia positiva de la defensa este curso. Ignasi Miquel, jugador que ya estaba ojeado por el anterior equipo de trabajo, y que llegó a Málaga ‘por cuatro perras’. Una operación barata -menos de medio millón- y rentable en cualquiera de los casos. Eso sí, ante llegaría otro ridiculo más en la dirección deportiva al cerrar el fichaje de Sergio Sánchez sin comprobar que la normativa le impediría jugar en Málaga por haberlo hecho ya en el Rubin y el Espanyol.