A LA MEMORIA DE MI TITO PEDRO PÉREZ

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He estado unos días dudando si, como a todos los seres queridos, amigos o personajes de relieve que defienden nuestra Málaga y su provincia allá donde van -y tú siempre fuiste uno de ellos-, debía o no dedicarte unas líneas en mis artículos semanales. Y, ¡qué diantres! En la hora del adiós lo que menos cuenta es cómo nos despedimos, aunque sea un desaire, sino cómo nos hemos manejado en nuestra vida.

 

Querido tito Pedro, tú siempre has sido un padre ejemplar que, pese a las dificultades económicas de la época, diste una excepcional educación y estudios a tus dos hijos, mis primos Pedro Jesús y Francisco Javier, auténticos ejemplos de tu capacidad humana y laboral pero mejorados en lo segundo de forma exponencial. Un marido fiel que supo cuidar a mi tía Mari y seguirla en su deambular por la fe en Cristo, que ahora le sostiene, aunque tus ideas fuesen siempre más lejanas al no comprender los errores de la Iglesia y al tener arraigadas la ideología del abuelo Antonio y tu hermana Toñi. En cualquier caso, con mucha más moderación y con un claro mensaje más socialdemócrata que ambos, lectura que hago de nuestras largas y sinceras conversaciones en mi niñez adulta contigo.

 

Si hubiese hablado con mi padre, y éste me hubiese sabido escuchar sólo la mitad de lo que tú o mi tío Baltasar lo hicísteis en mi adolescencia, ahora mi progenitor también sería un buen amigo de extensas conversaciones sobre su dilatada experiencia en la vida. Pero ya sabes, cada "maestrillo tiene su librillo", que dice el refranero español, que además es sabio. El único problema es que el refranero hispano es simétrico y a cada refrán se le opone otro y aquí vale aquello "del palo y la zanahoria", cultura muy extendida por aquellos años en el centro de la meseta y el norte de España, je, je.

 

La cuestión, tito, es que ahora me verás desde tu tribuna celestial en las tertulias televisivas a través de las que me has podido ver estos últimos años, básicamente por culpa mía, ya que mi trabajo no me ha dejado tiempo para cumplir como Dios manda como un buen sobrino. Y créeme que lo siento.

 

Seguirás escuchándonos a través de nuestra emisora, pues las ondas e internet llegan a todas partes, al tiempo que estarás orgulloso del Málaga CF de Javi Gracia, que sigue siendo el equipo revelación de la temporada. Un equipo sin el desequilibrio que le otorga Amrabat, ni el juego entre líneas de Juanmi, ni la seguridad junto a Weligton que nos ofrece Sergio Sánchez, malditas lesiones, pero que ha suplido todas estas ausencias de forma brillante. Duda y su elixir de la eterna juventud, nuestro Pirlo particular. Camacho, cada vez más omnipresente junto a Sergi Darder, mágico. Kameni, colosal, imperial, resurgiendo como el Ave Fénix, y los dos Samurais, Castillejo y García, que lo están bordando.

 

El mejor inicio de su historia para el Málaga CF y su Bombonera, asombrando al fútbol español. Porque haciendo las cosas bien y con poco dinero también, al igual que hiciste en tu vida, se puede dejar un legado extraordinario. Ayuda desde el cielo a tita Mari y a tus hijos y descansa en paz, que te lo has ganado incluso en tu última y acertada voluntad de no querer ser una carga para los tuyos.

El valor se nos presupone, otros como tú lo han tenido siempre.

 

A la memoria de mi tito Pedro.