NUNCA ES TRISTE LA VERDAD, LO QUE NO TIENE ES REMEDIO

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El Deportivo de La Coruña mereció mejor suerte en La Rosaleda en el encuentro que le midió al Málaga CF, pero como dice Joan Manel Serrat en una de sus más melancólicas canciones: "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio". Y es que este cuadro gallego, además de ser perjudicado por el colectivo arbitral en muchas ocasiones esta temporada, no es capaz de jugar con la ventaja a favor. Todo lo contrario a cuando la tiene en contra, nunca se rinde aunque los esfuerzos de sus futbolistas no se vean recompensados por ello.

Sin embargo, no me cabe ninguna duda de que en algún momento el extraordinario fútbol en buena parte desplegado en la segunda mitad en el estadio de Martiricos le servirá para lograr los resultados apetecibles.

 

El Málaga CF de Juande Ramos es la antítesis al Deportivo. En lo que va de temporada tiene más goles y puntos que fútbol, pero ahí está. 19 puntos, igualado el récord de victorias consecutivas en casa, y 11 goles a favor en los tres últimos encuentros disputados en La Rosaleda,, amén de otras cuatro remontadas épicas delante de su afición, ayer escasísima por cierto. Aquí me detengo.

 

A los que han ido ni un pero y extraordinarios animando en el momento propicio. A los que no han ido, abonados o no, hay que decirles que son una vergüenza para el malaguismo militante. El equipo se merecía un recibimiento acorde al empate en el Camp Nou y a la racha liguera en casa. No es de recibo, y no puede ser excusa el clima ni el horario del partido -Tebas juega con la buena voluntad de las aficiones cada jornada-, que apenas hubiese 12.600 seguidores en las gradas. Si queremos un Málaga CF que pelee por entrar en Europa y ser un grande así es imposible.

 

Los costasoleños entraron mal en el partido, menuda novedad me dirá más de uno, y con el 0-1 en contra, una vez más supieron reaccionar. Michael Santos, que está demostrando que su suplencia era injusta o bien el técnico manchego aún no lo veía adaptado a la Liga española, volvió a fabricarse una jugada personal para provocar un penalti que ponía las tablas en el marcador. Sandro, fiel a su cita con el gol en casa, daba la vuelta al resultado inicial con un golpeo magistral de falta directa. La escueta afición malacitana se iba al descanso con un 2-1 merecido pero frotándose los ojos. La segunda parte trajo otro tanto más del uruguayo Michael Santos, que lo celebró como si no hubiese un mañana.

 

Todo parecía decidido pero la entrada de Carles Gil, estuvo en plan Iniesta sobre el terreno de juego, junto a Andone, terminó por desquiciar a los de Juande Ramos y este, que hasta ahora había leído correctamente los partidos, no encontró solución alguna al desbarajuste. Logró el empate el conjunto gallego pero no remató la faena. ¡Craso error!. En las postrimerías del partido, minuto 92, apareció un excelso Ontiveros para marcar un golazo por la escuadra y lograr el 4-3 definitivo.

 

Llámenlo injusto, flor de Juande Ramos en vaya usted a saber la parte, mejor pegada malaguista o lo que quieran, pero 19 puntos y mirando hacia Europa. Sin ninguna duda hay mucho que mejorar pero lo que diferencia a los grandes equipos de los  mediocres es que cuando juegan mal ganan y siguen avanzando en mejorar su idea futbolística. Mantengo mi confianza en el técnico manchego pues los números le avalan y el desarrollo de la temporada también, además de su impecable trayectoria.