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«Pepe Sánchez, cuando un amigo se va… el malaguismo, de luto por un maestro»

Antonio Merchán homenajea a Pepe Sánchez, fallecido este pasado 1 de junio

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Merchán Radio Marca
AJ Merchán durante un programa de Radio Marca
Carácter indomable, espíritu libre, voluntad de hierro, maestro del fútbol base malagueño. Son sólo algunas de las definiciones que servirán siempre para definir a Pepe Sánchez. Un icono del Málaga CF y un entrenador ejemplar para los cientos de jugadores que pasaron por sus manos.
Jamás dijo que no al club de La Rosaleda, a la que consideraba su segunda casa, y ahí estuvo cuando fue necesario para el Centro de Deportes El Palo. En la temporada 1987-88, hubo de suplir a Ladislao Kubala en el CD Málaga que presidió Paco García Anaya, y con el gran Juan Gómez “Juanito” selló el ansiado ascenso en Alicante para volver a sus quehaceres con el filial.
Le correspondió bailar con la más fea en el club de su vida y su enorme magisterio no fue nunca ni reconocido, ni agradecido lo suficiente. Nadie trabajó tanto por la entidad malaguista como Pepe y recibió tan poco por ello. Una vez más, la Málaga madrastra que es acogedora con los ajenos e injusta con sus hijos, incluso con los mejores como él.
Éxitos incontables en el fútbol base malagueño de norte a sur y de este a oeste. Siempre fue un buen amigo, jamás me mintió y pese a su genio incontenible cuando era necesario, también me aconsejó adecuadamente como a uno más de sus alumnos.
Se despidió con pena de su último servicio al club paleño, que siempre llevó en su alma. Lo dejó al borde del ascenso a la Segunda División B -cuántos desvelos para poder viajar a Amorebieta- y sentó las bases para que lo consiguiese poco después Pablo Adrián Guede. Una vez más, se marchó sin pestañear consciente de su adecuada labor pero dispuesto a seguir en la brecha mientras fuese posible.
La Málaga futbolística lo despedirá y yo veré partir a otro buen amigo que se va por culpa de la peor
enfermedad de nuestros días: el cáncer. Su esposa y su hijo Raúl conservarán su legado y sus enseñanzas mientras que todo el malaguismo está de luto por un maestro excepcional e inigualable.
Descansa en paz, Pepe, y sigue impartiendo tu sapiencia y sabiduría desde tu tribuna celestial.

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