¿Accidente o realidad?

El Málaga CF sufrió en Burgos su primera derrota de la temporada. Con los primeros tres puntos en juego, los blanquiazules adolecieron de los mismos errores cometidos durante toda la pretemporada. La falta de continuidad en el juego y la de puntería en el área rival hacen que la afición malacitana se haya levantado hoy con una pregunta. ¿Lo de El Plantío ha sido un accidente o la prueba de la cruda realidad? El mensaje del equipo que quiere ascender, trasnmitido por los jugadores durante todo el verano, no apareció en ningún momento sobre el verde. Sin acierto en las dos ocasiones claras. La cara de Rubén Castro era un buen ejemplo de la frustración malaguista al finalizar el primer partido del curso.

El Málaga no se fue de feria, pero su traje en Burgos presentó muchos lunares. El equipo atacó mal y defendió todavía peor. Los de Julián Calero pudieron aumentar la ventaja. Cada centro lateral, ya fuese a balón parado o en jugada, fue un suplició para los malaguistas. La defensa demostró que tiene trabajo por delante, pero el ataque no se quedó atrás. El Málaga pinchó en el centro del campo donde hubo muy pocas combinaciones ofensivas entre los dos elegidos por Guede para comandar el ataque (Febas – Jozabed). Al final del partido el mensaje del mediocentro ilerdense era muy claro.

«Tenemos que ganar los duelos aéreos. La segundas jugadas, en las costas sufrimos mucho en las vigilancias. Luego hemos tenido alguna ocasión para marcar gol, pero el portero de ellos también ha estado muy bien parando. Hay que seguir«, explicaba el jugador al final del partido. El examen de conciencia del centrocampista era una pista más de todo lo que Guede, muy señalado por parte de la afición tras la primera derrota, tendrá que corregir. El Málaga tiene ahora ocho días para demostrar que lo de El Plantío ha sido un accidente y no la realidad de este equipo.

Foto: LaLiga