De Darío Silva a Brandon Thomas

0
1054
Brandon Thomas, presentado como nuevo jugador del Málaga CF
Brandon Thomas, presentado como nuevo jugador del Málaga CF

Es el dorsal del depredador. El número destinado al delantero centro. Al ‘killer’. Al atacante por antonomasia. Quince jugadores han llevado este dorsal desde que Darío Silva abandonara la disciplina malaguista. Con luces y sombras. Con grandes cifras o todo lo contrario. Con datos que no justificaron portar el número fetiche para cualquier atacante.

El uruguayo dejó un gran legado en lo deportivo y también económico. Casi 5 millones de euros en 2003. Es cierto que su nuevo destino, el Sevilla, escoció en la afición. Darío se marchó anotando 10 goles en su último año y cedió el dorsal a otro compatriota. Diego Alonso.

De charrúa a charrúa. El nuevo ‘9’ también era uruguayo. Tras la salida de Darío y también la de Dely, el Málaga se aferraba al atacante que llegaba procedente del Valencia. Ese año Diego Alonso anotó 6 tantos, entre ellos un doblete al Atlético de Madrid o un tanto en la noche mágica del 5-1 al FC Barcelona. Eso sí, el verdadero ‘9’ fue Salva Ballesta. 17 dianas para el maño. Más tarde sí cogería el ‘9’. Aun quedan jugadores.

En la campaña 2004-2005, el ‘9’ seguía siendo propiedad de un jugador sudamericano. En este caso cambiamos Uruguay por Brasil. Marcio Amoroso. El mítico delantero aterrizó en Málaga tras etapas brillantes en Italia y sobre todo en el Borussia de Dortmund. Bajo el papel era un refuerzo de postín. Rematador y goleador, internacional con Brasil, un fichaje mediático y de calidad para el Málaga de Gregorio Manzano. Pese a jugar 29 partidos, el ariete firmó únicamente 5 dianas. Los focos en ese curso fueron para su compatriota Baiano que dejó una gran huella en el malaguismo.

La temporada siguiente, la del descenso a Segunda División, fue un año duro para el malaguismo. Los resultados no llegaban, Serafín Roldán sin aparecer y el divorcio total entre Duda y Manolo Hierro. Arrancó el año Antonio Tapia y lo finalizó el que fuera director deportivo del club. Ese año el ‘9’ fue para Paco Esteban. El excanterano apenas superó los 300 minutos en Liga. Recientemente se le relacionó con Carlos Aranda en la operación OIKOS.

Las tres próximas temporadas y con el equipo ya en Segunda División, Salva Ballesta hereda el ‘9’. Es la referencia ofensiva y junto a Antonio Hidalgo, las bases del nuevo Málaga CF. En estas dos campañas, el ariete firma 10 goles en la 2006-2007 y 7 tantos en la 2007-2008 para firmar el ascenso a Primera División. En el retorno a la élite y ya con Antonio Tapia en el banquillo, en la 2008-2009, Ballesta logra 5 dianas. 22 goles en sus tres últimas temporadas con el Málaga.

Ya en la 2009-2010 llega el turno de Fernando Forestieri. Para algunos, uno de los fichajes más random de la década pasada. El delantero viene con Fernando Sanz en la presidencia y es vendido mediáticamente como una potencial estrella apodada ‘el nuevo Messi’. Se quedó en el Topa.

Es cierto que continua en activo y que hizo las maletas a otras ligas. En distintos equipos del fútbol inglés sí fue pieza importante donde logró ascensos. Aquí en Málaga, su bagaje fue un gol de rebote al Mallorca. Nunca llegó a ser aquel que tanto prometía con 16 años. Pero al menos sí ha podido vivir del fútbol, conseguir dos ascensos sin llegar a debutar en la Premier y convertirse en ídolo del Sheffield.

Aquí podéis volver a disfrutar del único gol del Topa con la blanquiazul:

Seguimos con el ‘9’ random. Tras el Topa llegó Edinho. El delantero portugués dejó para el recuerdo sus eternas ganas de volver a Málaga. Aquí jugó solo dos temporadas y un total de 23 partidos. Su traspaso del AEK de Atenas costó un millón de euros. Venía de anotar 13 goles en y de ser internacional con Portugal.

Fue un desembolso casi astronómico para un club en plena concursal y con la austeridad por bandera. Una lesión de tobillo le impidió estar a un gran nivel aunque tampoco descartamos que sin ella lo hubiese logrado.

Cuentan las malas lenguas que se preguntaban en los entrenamientos si Edinho tenía problemas de visión por la poca puntería y los problemas con el balón. Pasó sin pena ni gloria aunque dejó para el recuerdo un churri gol ante el Getafe en Copa del Rey. Probablemente, de las noches más frías en La Rosaleda. Aunque no os lo creáis sigue en activo en el CD Cova Piedade. Debes buscarlo en Internet, no tenemos ni idea de ese equipo.

De dos ‘9’ random a Don Ruud Van Nistelrooy. Fue el verano de la ilusión y de la pre Champions. El presupuesto se disparó y de la austeridad se pasó a la inversión que acabaría en derroche y una hipoteca que aún hace temblar La Rosaleda. Fue una ilusión irreal, un bendito sueño, pero una quimera sustentada en pompas de jabón.

Van Nistelrooy fue el primer bombazo en llegar. El ‘9’ de Manuel Pellegrini. Con 35 años y un bagaje extraordinario. El neerlandés abrió la puerta a más protagonistas. Una ventana de mercado en la que aterrizaron nombres propios como Toulalan, Santi Cazorla, Nacho Monreal, Joaquín o Isco. Aquí anotó cuatro goles. Cuatro dianas para la historia.

De Van Nistelrooy a Javier Saviola. El ‘conejo’ heredó el 9 en la 2012-2013. Fue el delantero centro del Málaga que llegó a cuartos de final de Champions. El argentino se convirtió en el segundo máximo goleador del equipo. Ocho dianas en Liga y uno en Champions. Llegó en el tramo final de su carrera, pero fue una pieza vital en el sistema ofensivo de Manuel Pellegrini. En Málaga disputó 37 partidos, en los que marcó nueve dianas, uno de ellos en Europa, el 2-0 ante el Zenit en el primer partido de la fase de grupos de la Champions en una noche mágica y para el recuerdo en La Rosaleda.

Tras Saviola, el dorsal ‘9’ es para un tal Roque Luis Santa Cruz Cantero. En Alemania, al más puro estilo Rumbamor, le dedicaron este tema musical que también pasará a la historia. Avisamos que es pegadizo.

Ich, Roque!

Todo el mundo grita mi nombre
Es porque soy muy guapo, hombre
A lo mejor soy un goleador
¿O no tiene nada que ver, señor?
No sé porque mi nombre es tan relevante
En los estadios siempre doy el cante
Debería sentirme bien ahora
¿Ó no tiene nada que ver, señora?

El paraguayo portó el número dos campañas. Lo alternó con el 24, el número con el que aterrizó en Málaga. La leyenda viva de la Bundesliga y del FC Bayern München, dejó grandes tardes para la gloria del malaguismo. 109 partidos como blanquiazul y 27 goles. Aunque en ese momento no llevaba el ‘9’, Roque siempre lo fue. Es imposible olvidar el 2-0 al Oporto o el doblete al Real Madrid de Mourinho y Adán.

Como curiosidad, Roque Santa Cruz y Javi Guerra comparten el dorsal ‘9’ en la campaña 2014-2015. Con Javi Gracia en el banquillo y con un Málaga que empieza a notar la autosuficiencia. El jugador de la Axarquía cumple el sueño de disputar minutos en el equipo de su tierra y encima portar el dorsal ‘9’ que lo hereda del atacante paraguayo que se marchó en el mercado invernal al Cruz Azul mexicano. Javi Guerra realiza un gran final de temporada y anota 5 goles en los 13 partidos que disputa en esa segunda vuelta. Pese a llegar cedido del Cardiff, el Málaga lo intentó en el futuro pero no pudo hacer nada por traer de vuelta al malagueño.

De Javi Guerra a Charles. El delantero brasileño portó el dorsal ‘9’ en la segunda campaña de Javi Guerra al frente de la nave blanquiazul. Un veterano del fútbol y que hasta hace nada seguía en la élite anotando dianas en Primera División con el Eibar. Probablemente, uno de los atacantes que menos focos mediáticos tuvo, pero que mostró un gran rendimiento en el verde sobre todo en su primera campaña de malaguista. En la 2015-2016 fue el líder anotador del Málaga con once dianas. En su segundo año, sus prestaciones bajaron y tan solo pudo marcar tres goles. No hay que obviar que en esa campaña, explotó Sandro Ramírez con 13 chicharros.

Tras Charles, el ‘9’ lo lució Borja Bastón. Una fábrica de anotar goles en su etapa en Zaragoza o en Eibar. De hecho, ese gran año en Ipurúa hace que el Atlético de Madrid, dueño del futbolista, lo venda al Swansea por un auténtico pastizal pero donde no termina de ver puerta.

El Málaga pone los focos en él y se convierte en el ariete escogido por la dirección deportiva en la 2017-2018. Para el recuerdo, mejor dicho, triste recuerdo, Borja Bastón sumó ese curso 23 partidos y 1.093 minutos sin anotar un tanto. Cuestionado por parte de la afición por su alta ficha y su poco gol, dejó dos dianas en su trayectoria como malaguista. Ante el Deportivo de la Coruña en Martiricos y un tanto en Anoeta.

De Bastón a Gustavo Exequiel Blanco Leschuk. El ‘Tiburón’ aterriza en Málaga en la 2017-2018 siendo un desconocido para muchos y deja un grato recuerdo en el malaguismo. Fue el referente ofensivo en el tercer retorno de Muñiz al banquillo de La Rosaleda. Autor de cinco goles en Liga y asistente en buena parte de otros tantos. Su trabajo de espaldas a la portería y su juego aéreo fueron vitales en un tramo de competición donde rindió a gran nivel. Este curso pasado también estuvo en Oviedo.

De Argentina a Albania. De Blanco a Armando Sadiku. Tras el fiasco en verano con el ‘caso Okazaki’, el Málaga firma en calidad de cedido al jugador del Levante. Casi sobre la bocina y recomendado por la propia Liga, el club cierra una operación a pocos minutos de que acabara el mercado. Con él, llegan Lorenzo González y Benkhemassa.

Sadiku firma 13 dianas en su año como malaguista. El equipo anotó 35 en todo el curso. De esos 13 goles, cinco fueron desde la pena máxima. Con los números en la mano, sus goles permitieron al Málaga sumar triunfos vitales a lo largo del curso. Tanto en la época final de Víctor Sánchez del Amo como Pellicer, lo dio todo en el verde. El mundo del fútbol es tan random que actualmente juega en Bolivia en el Bolívar la Paz.

De Albania a Portugal. Fue el primer fichaje del verano pasado. Orlando Sá. El mítico delantero portugués aterrizaba a Málaga con la vitola de estar en horas bajas por las lesiones y buscaba en Martiricos poder recuperar el tono físico. Esto nunca sucedió y apenas participó en toda la campaña. Lesiones, recaídas y constantes molestias físicas.

Sá disputó tres partidos en Liga. Menos de 400 minutos y un gol en Copa del Rey ante el Coruxo. Su paso fue bastante mejorable y al término de la temporada anunció su retirada del mundo del fútbol. Eso sí, fue un elemento clave e importante en el vestuario. Aportó experiencia, veteranía y compañerismo. Algo es algo.

Ahora el ‘9’ es para Brandon Thomas. El dorsal de un depredador del área. El del ‘killer’. De Darío Silva hasta el recién fichado jugador mallorquín han pasado más de veinte años y hasta quince jugadores con ese número en su espalda.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí