Sigue sin carburar el Atlético Malagueño en el grupo IV de la Segunda RFEF y suma otra derrota ante el Atlético Antoniano. Los malaguistas cayeron por dos a uno en un partido igualado que se decantó por una desafortunada jugada del portero blanquiazul en la segunda mitad. Pobre juego y pobre bagaje de ocasiones para el cuadro blanquiazul, que suma dos puntos de quince en este arranque de curso. Derrota ante el colista y preocupación.
El Atlético Malagueño comenzó el partido queriendo llevar el peso de la pelota. Los lebrijanos buscaban la contra ante un filial que tenía la posesión, pero no las ideas. Los de Funes y Bravo dominaban tímidamente, pero las ocasiones eran nulas. El cuadro malaguista buscaba mucho a un Alexis Chamorro muy activo, pero las situaciones ofensivas siempre acababan en la zona de tres cuartos de campo. El Malagueño lo intentaba de lejos con dos pruebas de Juanma Hernández y Otu Jr. que se marchaban muy desviadas.
A la media hora iba a recibir un castigo desproporcionado el filial. Una jugada por banda derecha de Serrano acabó en un mal despeje en el área que Marcos Otero empujó a la red a bocajarro. El gol era injusto, ya que el partido era claramente de cero a cero. El tanto hundió un poco al filial malacitano. Los malaguistas ya no volvieron a acercarse a la portería de un Atlético Antoniano muy cómodo. Raúl Rojas pudo ampliar la renta en un cabezazo que salió rozando el palo de la portería de Andrés Céspedes. El choque se iría con el uno a cero al descanso, con los locales algo mejor.
Nada más salir del vestuario llegaría el empate del Atlético Malagueño en el minuto 46. Un centro al área llegó hasta Rubén Sánchez, que la puso al corazón de la zona de castigo, y Gorka Perea, recién entrado al campo, igualó el choque. El uno a uno sentó muy bien al filial, que comenzó a dominar el partido. El dominio malaguista no se tradujo en más ocasiones claras. Sobre el minuto 60 iba a llegar el segundo gol de los sevillanos. Céspedes iba a cometer un error garrafal con los pies y Diego Rodríguez no perdonó el regalo.
Intentó reaccionar el equipo de Funes con un disparo lejano de Rubén Sánchez que se marchó desviado de la portería lebrijana. Los locales intentaban ampliar su renta con las acciones a balón parado. El Atlético Malagueño no daba con la tecla para pasar del centro del campo. El partido acabó sin más historia y con un filial cuyo juego y puntos empiezan a preocupar, a pesar de estar en la jornada cinco de la competición. Los blanquiazules siguen abajo del todo en la tabla del grupo IV de la Segunda RFEF.
