El malaguismo ha vivido un bajón en las últimas horas con el anuncio del Málaga sobre el final del mercado de fichajes. Tal y como anunció Kike Pérez en la entrevista con Radio MARCA Málaga, el club da por cerrada la plantilla con una única salvedad. La de un ingreso extra inesperado. Descartada una posible venta de algún activo de la plantilla, el Málaga tendrá que negociar con LaLiga una posible puerta trasera a un aumento del límite salarial y encontrar a un patrocinador que haga el resto. No es tarea fácil. En las oficinas de La Rosaleda lo dan por perdido el tema porque la situación es complicada.
Días atrás, el club preguntó por la situación de algunos jugadores que están en la rampa de salida de sus equipos. Cesiones e incluso futbolistas sin equipo. Las cuentas no salen a falta de casi dos semanas para que se cierre el mercado. El Málaga no tiene sobrepasado el límite salarial, pero ha llegado a una situación en la que el dinero disponible no llega para hacer una incorporación de calidad. “Rescindir a Sangalli, para acabar trayendo a otro Sangalli no tiene lógica”, se dice en algunos de los pasillos de La Rosaleda.
“No se puede vender humo. Hay que ser realistas. Me conocéis. Digo las cosas como las siento. Confiemos plenamente en el equipo, el cuerpo técnico, la dirección deportiva y el club. Entiendo la indignación. No podría ser de otra forma. Me gustaría que la realidad fuera otra, pero es la que es. Es responsabilidad de todos consolidar ese malaguismo que desde el descenso a Primera RFEF se trabajó mucho y ha habido un crecimiento tremendo. En las malas es donde se ha visto que la gente está con nosotros. El equipo hasta el último minuto lo da todo y ese esfuerzo hace que el balón entre”, sentenció Kike Pérez durante el programa celebrado en Restaurante Araboka. El Málaga tendrá que negociar con LaLiga una posible puerta trasera a un aumento del límite salarial y encontrar a un patrocinador que haga el resto.
