El Málaga CF no puede continuar así. Es la única conclusión a la que llego después de dar 24 horas de reposo a la cuarta derrota consecutiva del cuadro de Sergio Pellicer. Las iniciales de MCF bien podrían ser las de Marmota CF por dos motivos. Uno de ellos es que esto ya lo hemos vivido antes, como en El día de la marmota, esa película en la que todo se repetía una y otra vez. Por otro lado, la marmota es uno de los animales que pasa dormido casi 8 de los 12 meses que tiene el año, y así es como algunos nos sentimos viendo jugar a este Málaga: en un eterno proceso de hibernación. La desesperación es tal que a la mayoría de los malaguistas ya no les quedan ganas ni de criticar la situación.
Pellicer ha tocado fondo, por desgracia. Su nivel de confianza, carisma y estima están bajo mínimos antes de la visita del Deportivo a La Rosaleda. Ese Dépor que ejemplifica todo lo que debería ser este Málaga si no estuviese intervenido por la justicia. La plantilla blanquiazul, compuesta por Loren Juarros, es un cúmulo de futbolistas que, en el mejor de los casos, tienen la bombilla iluminada 20 minutos de partido por cada 70 en los cuales están apagados. A las lesiones, que no se pueden olvidar, hay que unir el corsé con el que parece que juega este equipo al que nos prometieron que haría otro fútbol.
No sé si el entrenador saldrá “vivo” de esta; se me antoja complicado. Aunque ganase al Dépor, luego, a la siguiente derrota, vendrían muchos nervios de nuevo. Luismi Sánchez no estará hasta enero, y no sé si con las recuperaciones de Izan, Niño, Joaquín Muñoz y Puga valdrá para sacar al Málaga del barro en el que se ha metido. En el club hay silencio, y eso preocupa mucho. José María Muñoz iba a hablar antes de octubre, pero la mala racha lo ha frenado todo. Loren Juarros no ha hecho ni balance de Copa y Kike Pérez ya terminó su ronda. Como siempre, tendrá que ser Pellicer el que dé la cara.
Por cierto, le honra salir a hablar en El Sardinero; otro se habría escudado en la roja y hubiese hecho mutis por el foro con esa excusa. En definitiva, uno tiene la sensación de que todo esto que queda aquí escrito ya se ha dicho. Marmota CF: el remake de una película mala de la que nadie pidió segunda parte y que nos persigue una temporada más.
