El partido contra el Racing deja al Málaga en la peor situación posible. Ya van cuatro derrotas seguidas, anotando un gol y encajando ocho. A día de hoy, el equipo no se reconoce a nivel defensiva ni ofensivo. Sus datos son alarmantes, los resultados dolorosos y las sensaciones inempeorables. Con el partido ante el Deportivo de la Coruña a la vuelta de la esquina, el Málaga atraviesa la peor racha de la ‘Era Pellicer’.
¿Una buena primera parte? Pellicer colocó un once previsible para el partido. Continuidad a Dani Lorenzo y Rafa que llegan en buena dinámica y la entrada de Jokin por Einar. La primera parte fue un empate a nada. Ambos equipos dibujaron la misma primera parte, pero con diferentes armas. El Málaga se impuso con balón (51%) ante un Racing que esperaba poder aprovechar alguna perdida visitante para morder. Aún así, pese a lo dicho por el técnico de Nules en la previa, el equipo abusó del balón largo (31 solo en la primera parte). Eso sí, algo cambio en las llegadas por banda.
El Málaga buscaba a los jugadores abiertos para superar y buscar el área. La primera parte acabó con un 10/15 en regates, lo que supone un récord en los datos malaguistas. Lobete con un 5/5 y Jokin con un 3/3 fueron claves en superar al rival en banda y cargar el área. Aún así, primeros 45 minutos de un Málaga cómodo, pero que acabó saliendo como perdedor. Montero, inexplicablemente, caza a Andrés Martín a unos 60 metros de la portería de Herrero, con dos compañeros replegando y Murillo cubriendo su espalda.
Una 2º parte sin alma. Igual de inexplicable que la roja, Pellicer decide comenzar la segunda parte sin reemplazar a nadie. Juanpe hace de central mientras Rafa cae junto a Dani Lorenzo al medio del campo. El técnico decide que el equipo defienda adelantado, intentando hacer al equipo local caer en fuera de juego, algo que no sale mal, ya que genera cuatro en la segunda parte. La idea era buena, pero requería de muchas piernas para mantener a la segunda línea del Racing bien vigilada. Y por ello llegó el primer gol.
Iñigo Vicente recibe entre líneas y, ante la ausencia de presión, puede controlar, levantar la cabeza y colocar el pase a la espalda. Jokin no llega y Alfonso Herrero vuelve a fallar en su decisión. Aún así, el Málaga pudo empatar con la gran ocasión que se generó solo Rafa, pero, a partir de ahí, el equipo cayó. El tramo entre el 1-0 y el 2-0 puede ser el peor de la temporada. Un equipo sin ideas, sin piernas y sin cambios. Pellicer, aún viendo que los jugadores del campo sufrían, decidió no hacer ningún cambio. Ya con el 2-0, causado por un fallo de colocación de Juanpe que queda exento de culpa, el equipo desapareció. No hubo rastro del Málaga hasta el final a pesar de los cambios. Hasta cinco grandes ocasiones generó el Racing que acabó anotando tres goles, como pudieron ser cinco.
Los datos. El Málaga acabó el partido sin ver puerta y habiendo generado unicamente una ocasión clara de gol. Cabe recordar que delante estaba un Racing que llegaba sin porterías a cero, habiendo encajado 14 goles y con graves problemas defensivos. Todo esto se arreglo ante un Málaga que fue totalmente inofensivo. Además, el banquillo no suma en absoluto. Pellicer ha hecho uso de todos los cambios posibles en las ocho jornadas (41) y los suplentes del Málaga son los que más minutos promedian por partido (26). Esto se traduce en una única participación de gol, el de Rafa contra el Sanse, haciendo ver lo poco que ayuda el banquillo a los jugadores iniciales.
Blanco y en botella…
La vida sigue igual, siempre al borde del abismo.