El mercado está abierto. Quedan días para buscar ese delantero que aporte gol y remate. Es la tarea pendiente que tanto Manolo Gaspar como José Alberto López han proclamado públicamente en sus respectivas comparecencias. Mientras sucede esto, La Academia del Málaga CF sigue lanzando avisos a navegantes: ‘pólvora y chispa traemos de fábrica’.
Este domingo se volvió a demostrar en Cam Misses. Es cierto que no brilló como en la jornada inaugural del campeonto, pero Kevin Medina volvió a mostrar chispazos. Lo poco ofensivo del Málaga en la primera mitad fue gracias a su personalidad. Tuvo el 0-1 pero su remate lo sacó Germán. Hubo más amagos e intentos, no estuvo tan fino como en La Rosaleda, pero a valentía pocos le ganan.
Es cierto que el héroe del partido fue Roberto. Y es algo que no sorprende. Tuvo un debut notable ante el Mirandés. Un gran estreno pese a no mojar, pero su encuentro fue sensacional. Ahí le tocó pelear, bregar y sufrir de lo lindo ante una defensa experimentada. Un trabajo sucio que no se ve, pero que ayuda. Y que hoy día se antoja vital en este Málaga del esfuerzo y el hambre.
Hoy sí logró saborear el éxito y la euforia del gol. Un tanto que le dio un punto al Málaga in extremis. Roberto demostró en el ‘verde’ que mientras se siguen buscando soluciones, los de abajo la ofrecen y con nivel. El asunto ya es cuestión de oportunidad y de valentía. Porque en temas de fe, no les gana nadie.
No estuvo solo en esa fiesta. Hubo un actor secundario y no menos importante. Haitam Abaida. El talentoso extremo marroquí y que el club considera vital a medio largo plazo, se vistió de Messi. Las comparaciones son odiosas, pero en una baldosa de tapete arrancó la acción del 2-2. Es un jugador distinto, de los de pagar entrada. Una jugada clave, un pase milimétrico y una asistencia de alto quilates. En definitiva, La Academia sigue lanzando avisos a navegantes: pólvora y chispa tienen para regalar.
