
La revolución que debe salvar a este Málaga
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El choque ante el Eibar no saca al Málaga de pobre y tampoco del bucle de juego y derrotas que supone este curso 2022-23. Los blanquiazules volvieron a caer en un partido que para algunos fue bueno pero insuficiente y para otros malo y definitorio del futuro oscuro que se avecina. En el horizonte solo hay dos motivos para albergar esperanza en un Málaga CF que necesita una revolución para salir de ahí abajo. Un cambio radical que pasa por sacar al menos unos 25 puntos como mínimo en las 19 jornadas que quedan hasta el final de la competición.
Los líderes de esta revolución deben ser los dos fichajes que este domingo debutaron en Ipurúa ante los de Garitano. Lago Junior y Appiah dejaron buenas sensaciones, aunque no fueron suficientes para puntuar. El ex del Mallorca entró primero al campo pese a solo haber completado tres entrenamientos con sus compañeros. Dejó detalles de calidad, pero su debut fue un poco efecto gaseosa yendo de más a menos con el paso de los minutos. Durante un tramo de encuentro, el juego malaguista se basó en dar balones al extremo. Lago protagonizó alguna ocasión peligrosa, pero poco a poco se fue diluyendo en el tono grisáceo del equipo de Pepe Mel. Aún así, hay detalles para pensar que va a sumar y mucho a esta plantilla.
Appiah fue de mecha corta. No necesito calentar mucho para fabricar varias jugadas de peligro. Cada balón que tocó fue para encarar al rival, algo que no se ha visto en todo lo que llevamos de curso en el conjunto de La Rosaleda. Buenos minutos y la sensación de que debería haber entrado antes al terreno de juego. Solo Pepe Mel sabe el porqué no jugó más minutos el futbolista cedido por el Almería. La conclusión es que Appiah y Lago Junior deben liderar la revolución que salve a este Málaga CF del descenso a Primera RFEF.
