Los vasos comunicantes del deporte a veces funcionan

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Merchán Radio Marca
AJ Merchán durante un programa de Radio Marca

Este fin de semana va a quedar para la historia del deporte malagueño por la gesta extraordinaria del UNICAJA de Málaga. El conjunto de Ibon Navarro ha sorprendido a todo el baloncesto español y por primera vez en la historia un equipo español ha conseguido derrotar en una fase final de la Copa del Rey al FC Barcelona y al Real Madrid, para después levantar el título frente a Lenovo Tenerife.

El trabajo de equipo, junto al armazón construido por Juanma Rodríguez, director deportivo del club, han permitido al técnico vitoriano hacer de un grupo excepcional una familia que cree en sus posibilidades y que se defiende entre sí como tal. Así compite, de igual forma se divierte y ha enamorado a la grada del Martín Carpena, la misma cuya identidad de club ha recuperado el actual presidente Antonio Jesús López Nieto.

En definitiva, toda la ESPAÑA baloncestística y media Europa no hablan ya de otra cosa que no sea el UNICAJA.Y la fiesta de Badalona con la consecución de la Copa del Rey por UNICAJA continuó ayer por las calles de la capital de la Costa del Sol, donde miles de seguidores del club verde y morado vibraron, saltaron y celebraron el título de su club.

Cantaron el himno y disfrutaron como lo hicieron hace ahora dieciocho años tras lograr el título copero en Zaragoza. Pero el mundo del deporte a veces tiene vasos comunicantes y en esta ocasión la gran ola de euforia del baloncesto que existe en la ciudad se trasladó también al estadio de La Rosaleda. Porque todo el mundo fue ayer al estadio costasoleño confiado en el triunfo malacitano aunque no había ningún motivo futbolístico anterior para justificar tal estado de euforia colectiva.

Sin embargo anoche todo salió a pedir de boca y hasta Rubén Castro, con dos goles de nueve puro de área , le coronó como el delantero más goleador del fútbol español, superando incluso a la leyenda sportinguista Enrique Castro “Quini”.

Un 3-0 final que supone un balón de oxígeno para los de Pellicer y que no aleja todavía de la pesadilla de la presente temporada a los malaguistas, pero pone a los blanquiazules en la senda de la pelea real por la permanencia.

Visto lo visto, hace sólo siete días, es casi un milagro, pero como vengo diciendo la esperanza es lo último:que se pierde. El UNICAJA, de López Nieto es ya una realidad, en lo que resta de temporada es el turno del Málaga CF.

¡Memoria, Compromiso y Fe!, sobre todo eso último.

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