
Lo que está viviendo el Málaga CF a día de hoy parece irreal. Nada más arrancar el curso, los boquerones afrontan dos jornadas consecutivas con ocho jugadores fuera de servicio por lesión. En tan solo seis jornadas de competición. Es una situación complicada y hace cuestionar a un sector de la afición la metodología de trabajo diaria en los entrenamientos, siendo esta una posible culpable de este tormento deportivo por el que está pasando el club. Los dos últimos en sumarse a la lista son Joaquín Muñoz y Adrián Niño. Pellicer pide empatía ante la criba de lesiones: «Queremos ambición, pero la situación es la que es».
Al malagueño no le esperen esta semana ni la siguiente. La lesión en el aductor de su pierna derecha, aún pendiente de las pruebas pertinentes, apunta a mantenerle fuera de los terrenos de juego cerca de un mes. Por otro lado, Niño ha sufrido exactamente lo mismo que Izan Merino. Torcerdura en su tobillo izquierdo que le impide tocar bola. En el caso del delantero, va a valorarse la posibilidad de que mañana pudiera entrenar y, si fuese así, estudiar una posible infiltración de cara al domingo ante el Cádiz.
Sea como fuere, es una amplia lista que lidera LaLiga Hypermotion y que pone en un brete a Sergio Pellicer. La plantilla que «aporta más variantes que la temporada pasada» sigue viéndose reducida. A colación de esto, el técnico de Nules hoy no ha dudado en lanzar un mensaje a la afición. Empatía. Pellicer pide empatía: “Tenemos cuatro lesiones de larga duración, más la de Puga, la de Izan (que además se marcha con la Selección Sub 20), la de Joaquín y la de Niño, que ayer se dobló el tobillo. No se trata de que haya venido una plaga de lesiones. Esto nos aleja de lo que queremos pero, ante las adversidades, hay que encontrar soluciones. Cualquier equipo del mundo tendría problemas. Pedimos un poco de empatía. Queremos ser ambiciosos, pero la situación es la que es. Tenemos que ser muy cautos, encontrar soluciones y dar un paso adelante. Son situaciones de mala fortuna, pero nos está golpeando”
“Teníamos las de Ramón y Moussa, en el primer partido la de Luismi… Pido empatía, debemos unirnos más y ayudar a los jugadores y al entrenador. Hemos hecho un inicio muy bueno. Viene un rival fuerte, tenemos que ayudarnos todos. La ambición es que salgan chicos jóvenes”, añadía el preparador. Más claro, agua. El entrenador no quiere que el buen arraque liguero haga perder los estribos a los aficionados y, sobre todo, sean conscientes de que con ocho bajas en la plantilla, plantear un partido es más complicado. Y la empatía también la solicita para él. Ante el Cádiz, el turno de palabra será de La Rosaleda.