¿Quién es quién este fracaso del Málaga?

La crisis del Málaga acaba de explotar. El descenso del equipo a Primera RFEF da paso a una época negra en la que el club malacitano deja al fútbol profesional tras 25 años. Seis han sido los principales gestores de esta crisis deportiva que afecta al primer equipo, pero que se va a llevar por delante a gran parte de la entidad boquerona. José María Muñoz, Manolo Gaspar, Pablo Guede, Pepe Mel, Sergio Pellicer y Kike Pérez. Esta es la evaluación de las caras visibles de un proyecto del Málaga CF que ha fracasado rotundamente.

José María Muñoz: Incapaz de coger el toro por los cuernos en el momento necesario. A pesar del fracaso del curso anterior, confió en los mismos protagonistas. Se negó a firmar un director general con conocimientos deportivos y prefirió tomar parte en las decisiones que van más allá de lo económico. Ha quedado patente su incapacidad para hacer de ‘presidente‘, como sus acólitos en el club le llaman. 

Manolo Gaspar: No tuvo personalidad ni para dimitir. Dinamitó a los cuatro meses su único proyecto verdadero al vender a José Alberto López ante el vestuario. En su primera etapa vivió del trabajo de Pellicer, en la segunda etapa era prácticamente un cero a la izquierda. Fracaso absoluto y cero autocrítica para asimilar su nefasto trabajo como director deportivo del club. Todavía es recordad su frase sobre los extremos en sala de prensa. O era incapaz de ver la realidad, o mentía. En ambos casos, muy peligroso para cualquier objetivo ambicioso. 

Kike Pérez: No tiene porcentaje de culpa en este descenso. Su trabajo empieza ahora. Tiene que demostrar personalidad para que la afición no piense que se trata de un títere del administrador judicial. La crisis del Málaga es histórica y necesita medidas drásticas. Si no las toma, su credibilidad empezará a descender rápidamente.

Pablo Guede: Sobresaliente en sentimiento malaguista, muy deficiente en conocimiento de la Segunda División. No quiso escuchar a su cuerpo técnico y acabó llevándose al equipo por delante después de una nefasta pretemporada con partidos dobles y sesiones interminables que no sirvieron ni para coger tono físico ni comprensión táctica. Su manera de defender, uno contra uno en campo propio, y su estructura de equipo sin bandas condenó al Málaga.

Pepe Mel: Le trajeron con la premisa de que el equipo aún podía ascender. No entendió donde se metía y cuando lo supo era demasiado tarde. Quiso que su Málaga jugase como un equipo de la zona alta y no se dio cuenta de las limitaciones de la plantilla. Acabó viendo fantasmas en todas partes y cargando contra algunos jugadores en sala de prensa. Su salida fue abrupta y un episodio extraño todavía sin explicar en condiciones por el club. Su bagaje de puntos invita a pensar que el Málaga hubiese descendido en abril. No llegó a disfrutar de los fichajes de invierno.

Sergio Pellicer: Llegó con el equipo muerto y consiguió darle algo de pulso. Por desgracia, la reacción fue tardía. Supuso una revolución en el club y puso a algunos jugadores en su sitio. Recuperó a Cristian y Ramón. Su Málaga pecó de cobarde en algunos partidos clave como Andorra o ante el Racing. Su continuidad tiene algo dividida a la afición, por lo que o empieza bien el curso que viene o el Málaga ya irá cojeando. 

Esta es la evaluación de las caras visibles de un proyecto del Málaga CF que ha fracasado rotundamente.