Segunda jornada y primera victoria para el Málaga. La chilena de Rafa ya es una obra de arte que quedará en la memoria de todos los que tuvieron paciencia para esperar a casi el minuto 90 del partido. Sin embargo, esta contracrónica la vengo a centrar en las declaraciones de Pellicer sobre su futuro. El preparador de Nules confesó en Área Malaguista que este puede que sea su último año como entrenador en La Rosaleda. Un mensaje algo melancólico para las alturas de temporada en las que estamos. Con la libreta del cole casi por estrenar y todas las ilusiones intactas.
En fin, hay que respetar la opinión del entrenador. No queda otra. Aunque eso sí, ya que estamos le pediría que sí de verdad este va a ser su último baile se quité el corsé y nos traiga de vuelta al Pellicer de la Youth League de aquel juvenil División de Honor que fue capaz de ganar a todos los grandes de España en Vera en 2016. Aquella manera de jugar no se parece a la de ahora y es la que nos ha prometido a todos en verano. Si va a ser el último baile, Pelli, que sea divertido. Que haga que movamos las caderas hasta la jornada 42 y que luego pase lo que tenga que pasar.
El Málaga del primer cuarto de hora es el que quiero ver. Que presiona, que te muerde, que lleva la pelota rápido al campo rival. Que encara y que te busca la boca en la contienda. Duró poquito, como contra el Eibar, pero es una pequeña semilla que tengo ilusión en que florezca. Si de verdad va a ser el último año, dejemos las rotaciones raras; si va a ser el último baile que parezca que cada capítulo de esta historia nos ha llevado a este preciso momento.
Quiero hacer un último apunte con nombre y dorsal. El 8 de Juanpe. El jerezano fue capaz de encontrar la serenidad que le faltaba al equipo. Cuando lo ha hecho mal, que han sido muchas las veces, se ha dicho sin compasión. Ahora que ha completado unos buenos 20 minutos, también hay que decirlo a ver si sirven de punto de inflexión. No obstante pienso que si se confirma la baja de cinco meses de Luismi, el Málaga cometerá un error muy grave no reforzando esa posición. Uno de esos que más adelante puede privarte de puntos y de soñar con cosas más bonitas. Baila, Sergio, baila. Baila primero y piensa después que ese debería ser el orden natural de las cosas.
