El refranero popular es amplio y completo. El que juega con fuego se acaba quemando. Es lo que le va a suceder a la entidad de Martiricos si no hay milagro. El descenso a Primera RFEF del Málaga se viene labrando desde hace varias temporadas. Sobre todo, las dos últimas.
Más allá de la campaña 2018/2019 en Segunda División, la primera tras el descenso donde los blanquiazules no bajaron nunca de los seis primeros, el último informe elaborado por BeSoccer Pro detalla que el Málaga pasó demasiado tiempo en una zona muy baja.
Casi en el subsuelo. Un Málaga subterráneo y que pasó demasiado tiempo cercano al hoyo porque de las últimas ochenta y tres jornadas, en cincuenta y una de ellas, los blanquiazules anduvieron entre los cinco últimos clasificados. Más del 60% de los partidos disputados en las dos últimas temporadas analizadas.
Un escenario peligroso y que se agudiza mucho más con el foco puesto en este curso. Salvo milagro inesperado, el Málaga desaparecerá del fútbol profesional. 25 años después. No sorprende ni es un desenlace extraño o atípico si lo analizamos con lo que se ha visto en este campeonato. Fue ya colista en la jornada dos, salió circunstancialmente en la tercera fecha al vencer al Mirandés, pero desde septiembre vive en la zona roja donde nunca supo salir.
En este ciclo en la categoría de plata, solo se vivió la ‘ilusión’ en el año de Juan Ramón Muñiz y el posterior playoff con Víctor Sánchez del Amo en el banquillo. En ese curso, los malagueños jamás perdieron la plaza de liguilla de ascenso. Ahora, el descenso del Málaga a Primera RFEF está a la vuelta de la esquina y puede ser ya matemático este mismo sábado.
El sábado todos a la Rosaleda a despedirse de la 2ª división. Va a ser una tarde preciosa, inolvidable.