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Vadillo, un póker de ascensos

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Álvaro Vadillo junto a Manolo Gaspar en su firma como jugador del Málaga CF
Álvaro Vadillo junto a Manolo Gaspar en su firma como jugador del Málaga CF

Betis, Granada, Huesca y Espanyol. Vadillo acumula cuatro ascensos con cuatro equipos distintos. Un póker bastante particular y a la altura de pocos futbolistas. Un gran palmarés pese a que no pudo ser el protagonista activo de alguno de ellos. Y es que Vadillo vivió las luces del ascenso en Granada, pero las sombras, por culpa de las lesiones, de la fiesta al ascenso a Primera División en Huesca.

El Real Betis, nacimiento y eclosión

Criado en el Cádiz despuntó en un Torneo Alevín en Estepona y el Betis puso los ojos en su fichaje. Su alternativa con la primera plantilla del Betis fue en 2011 de la mano de Pepe Mel. Con 16 años. Un logro nada baladí porque se convirtió en el jugador más joven de la historia del club verdiblanco en hacerlo. Una eclosión nacional y casi internacional. En Heliópolis se crió y como decimos Pepe Mel fue su principal valedor y defensor. La historia es conocida por todos. Tras esa irrupción que enmudeció a muchos, la grave lesión en el Bernabéu le cambió la vida.

Años después, una situación similar le dejó más tocado si cabe al reproducir durante la pretemporada de la 2014/2015 la lesión en su otra rodilla. Siempre seguido por grandes equipos como el propio Real Madrid o la Fiorentina, Vadillo priorizó seguir junto a su familia en Sevilla.

Tras ese sinsabor de la grave lesión, le llegó uno de los grandes días. Ley de vida. Llorar y reír. El 24 de mayo de 2015 consigue la primera carta del póker. El ascenso con el Real Betis. El equipo verdiblanco peleó hasta el final y logró la gesta de volver a la élite. Un vestuario con toques blanquiazules porque por allí militaban viejos o futuros conocidos del Málaga CF como Francis Portillo, Dani Pacheco, Molinero, Alfred N’Diaye, Xavi Torres o Roque Santa Cruz. Ese mismo verano el club verdiblanco le notifica que no cuentan con él. Tocaba hacer maletas.

Un año mágico en Huesca

Tras cinco años enfundándose la camiseta bética Vadillo pone rumbo a una nueva aventura en Segunda División. Huesca. Con 21 años y con un futuro prometedor, Vadillo llega a tierras aragonesas con la intención de olvidar las dos graves lesiones. Sufrió rotura de ligamento cruzado de la rodilla derecha y anteriormente en la izquierda, y tratar de ascender con el equipo del Alcoraz.

En Huesca vuelve a tener protagonismo. Se libera de los fantasmas físicos del pasado y en su primer año anota siete goles en los 35 partidos que disputa y acumula casi 2000 minutos -1932-. El Vadillo más próximo a su ‘nacimiento’ en el Real Betis.

Por desgracia, las lesiones le merman en su segunda temporada en el Alcoraz. Su participación mengua y su productividad/ rendimiento desciende. Todo ello también a raíz de una lesión en la rodilla que lo deja dos meses en el dique seco.

Vadillo no vive tanto en el verde como le hubiese gustado, pero acaba logrando el ascenso. La segunda carta del póker. Tras acabar contrato no continúa en el Huesca y firma con el Granada.

Granada, luces y sombras

Vadillo ha sido crucial en los logros del Granada. Allí llegó tras abandonar Huesca. Figura importante en el tercer ascenso en su particular lista. Aún se preguntan qué sucedió para que finalmente no renovara por el cuadro de Los Cármenes y pusiese rumbo al Celta de Vigo. Para eso aun queda historia. Y es que Vadillo en la primera de las dos temporadas del canterano bético en el cuadro andaluz, fue clave en el ascenso del Granada a LaLiga Santander. Jugó hasta 40 partidos en Segunda con Diego Martínez, anotó cuatro tantos y repartió 11 asistencias.

En la siguiente campaña solo llegó a jugar 22 encuentros en Primera y su papel fue de más a menos. Aun así, dejó al Granada clasificado para Europa. Su relación no fue sana y hubo fines de semana que directamente acabó en en la grada. Pese a todo, así fue la emotiva carta de despedida.

De Granada se marcha a Vigo. Allí vive un año bastante atípico. El jugador acaba cedido y pone rumbo al Espanyol. Fue el propio futbolista el que calificó de «inexplicable» su paso por Balaídos donde no llegó ni a jugar un solo minuto.

El cuarto ascenso: Espanyol

Ante la primera oportunidad de salida, el de Puerto Real firma por el conjunto perico. Es ahí donde Vadillo logra su póker de ascensos. Con 26 años recala en Cornellá. Un Espanyol que junto al Real Mallorca se erigieron como los dos grandes favoritos y así fue. La gran competencia que había en la plantilla de Vicente Moreno le hizo disputar pocos minutos. Pese a ello, el Espanyol tuvo que ejecutar una opción de compra obligatoria en caso del ascenso. Casi dos millones de euros que fueron a parar a las arcas del Celta.

Ahora llega a Málaga para aportar velocidad, desborde y verticalidad. Su amplia experiencia en la categoría le avala. Es un viejo deseo de Manolo Gaspar. Un jugador que tocó el cielo con una eclosión mundial y que ha sabido sufrir. Luchó para superar grandes adversidades y trata de encontrar una nueva redención en la Costa del Sol. Esta es la historia de Álvaro Vadillo Cifuentes, coleccionista de ascensos. Un póker en su palmarés ¿Habrá quinta carta?

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