
«Alineación de los planetas»
Share This Article
Por la forma en la que se perdió en Leganés junto a la serie de derrotas anteriores, el ambiente para este partido contra el Andorra no era el mejor. No cabía otra que esperar a que los jugadores que dirige Sergio Pellicer se dejaran la piel en el campo, máxime si tenemos en cuenta que juegas en casa y ante tu público. No cabe duda del esfuerzo que demostraron los jugadores este domingo, pero además se dieron todas las circunstancias, humanas y divinas, para que el resultado sonriera. Es lo que comúnmente llamamos la ‘Alineación de los Planetas’.
Larrubia acaba con su sequía aprovechando un error del equipo andorrano; los palos del marco de Alfonso Herrero juegan a tu favor como un defensa más; el balón que se va a colar en tu portería toma una parábola que hace que se vaya frenando y da tiempo a que Rafita evite el gol del Andorra; cuando te quedas con uno menos por la expulsión de Brasanac, el equipo se crece a pesar de estar con un componente menos y es capaz de meter tres goles más; Lobete marca y también lo hace por partida doble Jauregui; y, para terminar, el Andorra pudo haber hecho uno de los peores partidos de su historia, algo de lo que buena parte de culpa tuvo el Málaga a pesar de la inferioridad numérica. Conclusión, tres puntos que elevan a 14 los que figuran en la tabla clasificatoria. Ya queda menos para los 52 que aseguran la permanencia.
Con todo, la primera nota destacable es que Pellicer volvió a mover la alineación introduciendo cuatro cambios en el ‘once’. Hay decisiones del técnico que llaman poderosamente la atención. Cuando se difunden las alineaciones, resaltan las modificaciones que son el reflejo de una situación en la que se toman medidas a la desesperada para encontrar lo que el equipo no fue capaz de dar en la anterior jornada.
Montero volvió al eje de la zaga cuando en Butarque estuvo relegado a la suplencia siendo, aun con sus errores, el central zurdo más fiable. Dotor y Brasanac aparecen en el medio campo, y Víctor García en el lateral izquierdo. Decir que no cumplieron sería faltar a la verdad, aunque es de lamentar la acción en la que el balcánico fue expulsado justamente. Ahora que gozaba de la titularidad, Brasanac sufrirá un nuevo parón en su acoplamiento lo que puede mitigar el que este jueves haya partido de Copa del Rey.
Mención especial merecen Larrubia y su liberación a lágrima viva tras marcar su primer gol de la temporada. Después de no pocos sinsabores, ya era hora de ver como el canterano encontraba el premio a su compromiso, algo que no se le puede negar ni en las peores tardes de malaguista.
Murillo está siendo la mejor noticia tras la lesión de Pastor (espero que su recuperación vaya por buen camino) y cada partido se le ve crecer y ganar confianza, como la que también está adquiriendo Dani Lorenzo en otras funciones. Rafita, pese a algún error achacable a su bisoñez, sigue demostrando una veteranía impropia de un canterano al que se le presentó la oportunidad de jugar de forma repentina. Y no puedo dejar de elogiar el compromiso de Chupe, un jugador que puede no tener ocasiones para marcar pero que sobresale por el enorme esfuerzo físico que realiza sobre el terreno de juego.
Debo aprovechar la oportunidad para referirme a Juanpe, Lobete y Jauregi. Al jerezano le transmito toda mi admiración y destacaré de nuevo su compromiso que le ha servido para cambiar su situación y ganarse el respeto. Lobete marcó y ojalá sea el reinicio de su etapa en el Málaga, por cierto, verlo pedir perdón a su exequipo por marcar un gol me lleva a pensar que ese perdón debería ser para la afición malaguista por su bajo rendimiento. Y, finalmente, Jauregui no solo ha roto su sequía goleadora, sino que lo ha hecho por dos veces. Para el vasco marcar ya no es ‘Misión Imposible’, ¡enhorabuena!, pero espero que los minutos que tenga en el campo muestre, al menos, el mismo derroche de ganas que mostró este domingo y no el de partidos anteriores.
En suma, tres puntos que sirven de respiro pero que deben tener continuidad lejos de La Rosaleda. No hay margen para la indolencia cuando se juega a domicilio y toca demostrarlo con las dos visitas que se deben afrontar esta semana, la primera en Copa contra el Estepona, y la segunda en Liga contra el Castellón en Castalia.
El espíritu de La Rosaleda debe ser un gen que los jugadores y el entrenador lleven en su sangre cuando les toque jugar lejos de casa.
José Manuel Velasco
Redactor Onda Cero Málaga
