«Roberto se partió la camisa»

Jugar contra el San Fernando me ha hecho recordar, aunque sea por un instante, al gran Camarón de la Isla. Cuántas de sus canciones podemos empezar a tararear nada más evocar al mito del flamenco, pero no hay otra que pueda resumir mejor lo vivido en La Rosaleda que ‘Soy Gitano’, y no por el título, sino por la parte de la canción que dice “A partirme la camisa”. Nunca mejor expresado porque el Málaga tuvo que redoblar esfuerzos para doblegar al conjunto isleño con sufrimiento hasta el último minuto para sumar tres puntos, encadenar la quinta victoria consecutiva, subir al segundo puesto de la clasificación, y, por último, seguir la estela del líder Castellón. Después de todo lo dicho, permítanme que vuelva a centrarme en la canción de Camarón y personalice en un jugador para afirmar que Roberto Se Partió la Camisa.

Que un delantero pese a no acertar hasta en tres ocasiones de gol, unas más claras que otras, consiga salir despedido en su sustitución con una ovación de las que no se recuerdan desde hace mucho tiempo, tiene una sola explicación. Los 21.662 fieles que estuvieron en La Rosaleda reconocen que Roberto es todo entrega, pundonor, lucha, y compromiso. Este malagueño nacido en Puente Genil, localidad famosa por sus membrillos, representa lo que todo aficionado quiere ver cuando un jugador se enfunda su camiseta y luce algo tan sagrado como el escudo del Málaga CF. Roberto puede estar más o menos acertado de cara a la portería rival, pero su esfuerzo es innegable, y la afición lo sabe.

En las seis jornadas disputadas, ya son varias las ocasiones en las que he hecho mención a Roberto en esta columna, y si yo como usted nos fijamos en él por todo lo bueno que ofrece, también lo estarán haciendo los ojeadores de equipos de superior categoría que toman nota en sus agendas de su nombre al objeto de poder reforzar sus plantillas. Ojito con esto porque si aquí estamos convencidos de la necesidad que tiene el Málaga de fichar en el mercado de invierno un delantero para complementar a Dioni y al propio Roberto, otros clubes tienen también sus propias carencias y miran a la 1ª RFEF, y en concreto al Málaga, como un chollo para fichar bueno, bonito y barato. Los ejemplos de las salidas de Cristian y Álex Calvo están próximos en el tiempo, y el temor de nuevas fugas siempre estará latente. El club, si se diera el caso, tiene que blindarse y mostrarse inflexible, y borrar la sensación de endeblez que transmitió, especialmente, con la venta de Cristian al Éibar.

Acabo volviendo al partido contra el San Fernando. El Málaga tenía que ganar como decía el añorado Luis Aragonés, “por lo civil, o lo criminal”. El sábado, el Castellón se impuso en su compromiso por un contundente 5 – 1 al Mérida, y no había mejor forma de responder por parte de los malaguistas que imponiéndose al San Fernando. Me preocupa el bajón que el equipo tuvo en el segundo tiempo y que no supieron sentenciar el partido para no sufrir tanto. Otro resultado que no fuera ganar, hubiera reportado un bajón anímico para los blanquiazules, pero ahora, Pellicer tiene el clima propicio para preparar el próximo partido ante el Recreativo en el Colombino. Se presenta otra invasión malaguista como la de Linares, pero esta vez en Huelva (vayan pensando en pedir una tapa de choco)

José Manuel Velasco

Onda Cero Málaga