«Una cuestión de actitud»

En tan solo siete días el Málaga ha demostrado que esto del fútbol es, entre otros factores, cuestión de actitud. Ante el Recreativo de Huelva los jugadores que dirige Sergio Pellicer evidenciaron una cara totalmente diferente a la exhibida el fin de semana anterior en Melilla donde, como ya dijimos en su momento, el pésimo estado del terreno de juego del Álvarez Claro no era excusa para justificar la derrota. Ya quedó claro que el principal factor para el fatal desenlace ante el equipo azulillo, fue la desidia que mostraron los jugadores que defendían la zamarra malaguista. Ante el Decano, sin que se pueda hablar de un partido brillante, cada uno de los jugadores que vestían de blanquiazul demostraron la actitud que se le presupone a un aspirante al ascenso. Solo cinco minutos plenos de eficacia, bastaron al Málaga para hacer los dos goles, sumar los tres puntos, mantenerla lucha por la tercera plaza y, de paso, recortar puntos con los dos primeros y aumentar con los que vienen por detrás.

Tanto es así que, tras el segundo gol, se pudo controlar el partido y hacer gala de la practicidad por encima de cualquier atisbo de brillantez. Ganar al Recre era necesario para evitar que éste le superara en la clasificación, pero, sobre todo, para evitar un incendio de grandes dimensiones que hubiera tenido a Pellicer como principal damnificado. Podemos estar de acuerdo o no con la forma de afrontar los partidos, del estilo de juego, de la soledad a la que se ve sometido Roberto en el ataque debido al sistema, pero lo que no se le puede negar al ‘Torito’ Pellicer es, por encima de su profesionalidad, su implicación y su amor al Málaga CF. Dicho lo cual, no es solo con los sentimientos con lo que se ganan los partidos o se consiguen los objetivos. Por otra parte, una vez más lo mejor del partido estuvo en la grada.

La afición malaguista sabía de la importancia de la cita, de la necesidad de sumar los tres puntos, de olvidar el enfado del domingo anterior y, ahora que se acerca la Semana Santa, meter el hombro y convertir a La Rosaleda en un feudo inexpugnable. Impresionante la atmósfera que el malaguismo genera en torno al equipo para volver a demostrar que esta categoría, con todos los respetos sea dicho para el resto de equipos, es impropia para el Málaga CF. Por último, capítulo reservado para el administrador judicial tras los cánticos que se escucharon durante buena parte del partido. Cada cual puede tener un motivo muy personal y distinto al de otro aficionado, pero, sea cual sea y movido por los intereses que sean, el sentir es unánime. José María Muñoz debería dejar ya de ser el administrador judicial del Málaga CF, y desde donde corresponda se debería poner punto final a este periodo que se prolonga en el tiempo y va a cumplir esta semana cuatro años.

En su momento, la llegada de Muñoz era tan necesaria como deseada por todos, su primer año fue fructífero, pero con el paso del tiempo sus decisiones y el haberle cogido gusto a la poltrona como si de un presidente se tratase en lugar de un gestor administrativo, le lleva a estar de más en el club. Por cierto, y uno no sabe qué es peor porque empezamos otra semana y seguimos a la espera de ver las intenciones de Bluebay. ¿Hasta cuándo habrá que esperar Sr. Satli Iglesias?

José Manuel Velasco

Redactor Onda Cero