EL MÁLAGA ES UNA ENFERMEDAD QUE NO TIENE CURA

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Me despierto con la extraña sensación de estar viviendo un “Dejà Vú”. El año pasado por las mismas fechas me llevaba una desilusión importante, pues la mejor forma de pedir perdón que tenía el club al aficionado por el descenso vergonzoso, era con una campaña atractiva de precios. El año pasado se aplicaron descuentos irrisorios para premiar la fidelidad del malaguista. Con la vaga excusa de que te mantenían los precios en caso de ascenso. Un ascenso que no ha llegado y que nos vuelve a situar en la casilla de salida, con un futuro a corto plazo incierto y poco halagüeño. 

 

En esta ocasión y viendo el precedente que establecen clubes como el Levante, un ejemplo a tener en cuenta, respecto a sus campañas con los aficionados. Esperaba que en la entidad costasoleña entendieran que para pedir disculpas a la afición no es necesario un tweet vacuo de la propiedad, sino un buen descuento en el abono, que premie la fidelidad de ese aficionado que está siempre en las duras y las maduras, al que no le importan los fichajes, el entrenador o la competición donde se juegue, porque siempre estará en la Rosaleda dispuesto a animar hasta el último aliento. 

 

La respuesta del club es los mismos precios y la misma exigencia de que al equipo hay que apoyarlo ahora que parece desangrarse lentamente tras la dura cornada  recibida tras no superar la eliminatoria del play off.  Pronto empezarán en  los medios a pedir que llenemos las gradas, que nos dejemos la piel y la garganta en cada partido. Lanzo varias preguntas al aire, intentando que alguien nos dé una respuesta.  ¿ Qué le pedimos nosotros al club? ¿ Qué nos dan ellos a nosotros? Partiendo de la base que el futbol es deporte y por tanto un espectáculo para el espectador. Yo quiero divertirme, tener la sensación de que aún cuando se pueda obtener un resultado adverso, los actores dieron todo en el escenario y la pasión de las gradas se vio reflejada en el césped. Sentirme respetado por el club al que le destino, mis pensamientos, mis inquietudes, mis euros, mi tiempo y mi pasión. 

 

Hoy no me siento respetado ni valorado y eso me entristece profundamente. Un club de fútbol es una empresa y sin descuidar el plano económico, lo que más valor tiene en una empresa es el capital humano.  Es cierto que el capital humano del equipo  más importante, es la plantilla, pero el activo más importante es la afición, si nadie fuera a ver los partidos, los patrocinadores no pagarían por ser Partners del club, los futbolistas no querrían venir y por supuesto no podrían alcanzar los emolumentos que algunos llega a obtener. Así que Málaga Club De Futbol, empiecen a cuidar su activo más importante porque puede llegar un momento en el que, el castillo de naipes donde sustenta los cimientos de la institución se derrumbe. 

 

Yo lo apoyaré, renovaré mi abono y el de mi hijo mayor ( el pequeño aún no tiene edad para ir al futbol)  y animaré a todo el mundo que lo haga. Por qué el malaguismo es una enfermedad que no tiene cura y se la voy a transmitir a mis hijos, aunque por cada año de alegrías recibas décadas de sufrimiento.