El Valencia Basket toma el testigo del Unicaja: Gana al Real Madrid y alza la Supercopa

El Palacio de los Deportes José María Martín Carpena volvía a estar de fiesta este domingo 28 de septiembre. A partir de las 19:00 horas el balón subió al aire para decantar al campeón supercopero de la cita en Málaga 2025. Los valencianos se habían plantado en la final tras superar al anfitrión, el Unicaja. Y, así, seguir alargando la doble maldición: el templo malagueño sigue siendo escenario imposible para que los cajistas alcen trofeo y que el organizador de esta competición nacional la gane. Los madrileños, por su parte, vencieron en los últimos instantes a la peleona La Laguna Tenerife. No obstante, el baloncesto español sigue aumentando nivel y los ‘gigantes’ ya no campan tan tranquilo. Así, el Valencia Basket toma el testigo del Unicaja: Gana al Real Madrid y alza la Supercopa.

La finalísima mostraba desde el principio muchísimo ambiente. La grada, a rebosar, presentaba mayoría absoluta a favor de los blancos. Aún con afición en contra, a pesar de estar en campo neutro, los taronja tenían muy claro el objetivo. El choque inició con un primer cuarto de mucho nivel ofensivo, terminando en 27 puntos para el Real Madrid y 24 para el Valencia Basket. El siguiente periodo se lo llevaron los valencianos, que terminaron, con un Reuvers enchufado, yendo al descanso con un 44-51 a su favor.

Tras el parón, los de Sergio Scariolo consiguieron dar la vuelta al marcador, comandados por Hezonja. Sin embargo, los de Pedro Martínez reaccionaron corales al -7 que vislumbraban a tres minutos del fin de cuarto. El último capítulo se empezó a escribir en tablas a 69. Ningún equipo daba tregua y mucho menos De Larrea, que no tembló ni una de las 9 veces que fue a la línea de personal en el cuarto final. El relevo generacional español capitaneo una embestida asistida por Kameron Taylor, que se sentía en casa y volvió a regalar a Málaga espectáculo baloncestístico.

Sergio De Larrea terminó nombrado MVP y Josep Puerto levanto bajo el techo malagueño el trofeo, antes de cortar la red como recuerdo, que declara las intenciones del mejorado proyecto taronja.