Unicaja-UCAM Murcia: Adiós al 2022 entre algodones

El conjunto malagueño, con algunos problemas físicos, recibe a un UCAM Murcia (21:30 horas) en línea ascendente y dispuesto a dar mucha guerra en el Carpena

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El Unicaja, en una sesión de trabajo / UNICAJABFOTOPRESS

Necesitaba algo de aire el Unicaja para recuperar el estado de plenitud de hace unas semanas, donde los verdes se mostraban prácticamente inaccesibles. Después del miniparón de las fiestas navideñas, el conjunto malagueño afronta un partido que se presiente durísimo ante el UCAM Murcia (21:30 horas); un rival que ha necesitado semanas para alcanzar un nivel de juego que ya recuerda al de la temporada pasada, al menos en filosofía. Partido de gran cartel, de muchísima dificultad para el Unicaja que viene en un momento difícil por problemas de salud, noticia viendo que desde agosto no había percances físicos a considerar. Sin embargo, las lesiones ya han llamado a la puerta de los malagueños.

Kalinoski, Osetkowski y Alberto Díaz están tocados y serán duda hasta última hora. El alero estadounidense ha mejorado de su esguince de tobillo, pero no lo suficiente como para que llegue en plenitud. Dependerá un poco de las sensaciones y de lo quiera arriesgar Ibon Navarro y el cuerpo técnico. Similar panorama con el californiano, aún dolorido del dedo pulgar, lastimado ante el Sassari. Alberto por su parte sigue algo renqueante del tobillo, aunque parece que sí será de la partida. Ibon Navarro confirmaba en la previa además que hay algún que otro jugador con gripe. No ha ayudado este parón a paliar los daños de hace unos días.

Lo que sí se debe recuperar es ese ritmo que le mete el Unicaja a los partidos, y que le ha hecho ser un equipo reconocible. Los verdes sufrieron una pájara llamativa ante Sassari en BCL, desfondados y sin gasolina en el depósito por tantas semanas lejos de Málaga, y las consecuencias que tiene en el día a día. No obstante, los malagueños necesitan un triunfo porque a la chita callando sería la tercera derrota seguida en caso de traspié; de ahí el mensaje de Ibon Navarro de llamar a las masas. El Unicaja necesita más que nunca a su gente ante esta coyuntura, más por el rival que hay delante: un UCAM Murcia que comparte mismos objetivos que el club costasoleño pese a un arranque algo dubitativo.

Se habla con insistencia de ese anhelado billete para la Copa. La realidad es que se necesitan aún un puñado de victorias antes de que acabe la primera vuelta. Valioso ese récord de 8-4, pero mínimo deben llegar dos triunfos más para estar en Badalona; por lo que ganar al conjunto universitario significaría dar otra zancada. Sumar la novena esta noche mantendría al Unicaja en esa disputa por ser cabeza de serie. Es una situación peligrosa porque no hay nada atado aún, pero lógico que se mire con el rabillo del ojo esa opción de meterte entre los cuatro primeros. El UCAM Murcia es undécimo, con un récord de 6-6, a solo un triunfo de los puestos de privilegio. Vienen de tres triunfos consecutivos, convincentes en ACB ante Betis y Gran Canaria; y mostrando fortaleza en BCL frente al Tofas. Jugarán el play-in contra el Pinar Karsiyaka de Kuzminskas.

El conjunto rojo se caracteriza por ser un equipo muy físico y con una intensidad alta. Se le tomó como ejemplo la temporada pasada de qué debía hacer el Unicaja este verano. El siempre polémico Sadiel Rojas, capitán, pero que asegura un rendimiento asegurado, al menos en energía. Travis Trice es la referencia de este UCAM Murcia (13,5 puntos y 14,3 de valoración). James Anderson, doble campeón de Euroliga con Efes, y poco a poco asentándose; McFadden de nuevo imperial. Tienen de todo. También jugadores decisivos debajo de los aros como Radovic, Pustovyi o Diop. Sito Alonso cuenta con una plantilla que debe estar sí o sí en playoffs.

Otro hándicap, no para el equipo, pero sí para la Marea Verde, es el horario. Una faena el que se juegue a las 21:30 horas siendo un día laborable; no ayudará en absoluto a ver una afluencia de público como en partidos anteriores. Se puede sacar referencias de BCL, donde no se pasaron de los 6.000 espectadores. Prima lo que digan las televisiones y al final el que paga el pato es el aficionado. El Unicaja volverá a jugar con este horario frente a Bilbao Basket, dos jornadas seguidas. El colmo.

Es una prueba casi de supervivencia para el Unicaja. Lo bueno, y que debería ser decisivo, es jugar en un Carpena que debe apretar más que nunca. Si la grada hace su papel, los locales tendrán muchísimo ganado. Imponerse esta noche se traduciría en retomar el camino, del que se ha desviado en los dos últimos accidentes.

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