Amago de pifia ante un digno colista (73-79)

El Unicaja suma la tercera victoria seguida en Liga Endesa, en un final de infarto

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El Unicaja se impone al Coosur Real Betis / ACB.com

No apto para cardíacos. Un derbi andaluz cargado de alicientes y emoción. El Unicaja se presentaba en San Pablo con la intención de sumar la tercera seguida en Liga Endesa; una cita marcada en rojo, ante el colista, para continuar en la pugna por la Copa del Rey. Los de Katsikaris volvieron a ser una montaña rusa, hasta casi perder en San Pablo después de ir once arriba en el último período. Se ganó, pero la imagen en últimos minutos empañan el gran trabajo de los cajistas en la segunda parte.

Norris Cole, uno de los señalados de esta semana, anotaría la primera canasta de los malagueños. Pasecniks estaba muy cómodo en los primeros minutos de partido; buena puesta en escena de su equipo (8-4). El Unicaja podía correr y anotar en transición, una de las consignas de Katsikaris en la previa: Abromaitis y Eric contestaban a los triples de Bleijenbergh, el protagonismo del joven belga, una de las grandes novedades de Casimiro en el banquillo sevillano. A falta de cinco minutos para el final del primer cuarto, los béticos ponían la máxima (15-8), obligando al griego a pararlo. Demasiados puntos encajados en tan poco tiempo; había que subir varias marchas la intensidad.

Magnífica puesta en escena del nuevo Coosur Real Betis, más metido que los malagueños. Norris Cole, la mejor noticia de los visitantes: el estadounidense con nueve tantos ponía al Unicaja a rebufo (15-14). La defensa bética, pegajosa e intensa, desesperaba a Katsikaris en la banda de San Pablo. Costaba sudor y lágrimas meter canastas, además de las cinco pérdidas: el gran lunar de los cajistas hasta la fecha. No había manera de hacer un ataque limpio, con buenas situaciones para encestar; la mejor noticia era el marcador después de diez minutos (20-18). Igualdad, pero la sensación que al Unicaja no le sienta bien el horario matutino: solo cinco canastas.

En el Betis se estrenaban Cvetkovic y Báez, dos jugadores que van a aportar aún más dureza al partido. Ambos equipos no eran capaces de cerrar el rebote: seis ofensivos por equipo. Una sangría recíproca y que mantenía el partido igualado. Katsikaris recurría a Norris Cole para desatascar a los malagueños, hasta ahora sin anotar después de tres minutos de segundo cuarto (20-18). Bouteille en su especialidad pone por delante a Unicaja, que seguía perdiendo y regalando posesiones: ¡nueve en total!. 22-21, con cinco por jugar e irnos a los vestuarios, un ritmo que sin duda favorecía los intereses de Casimiro y los suyos. Solo Norris Cole, gran primera parte la suya, era el único recurso de los malagueños; al estadounidense se le veía motivado… y muy acertado: trece puntos.

Sensacionales primeros minutos de Carlos Suárez en el liderazgo de su equipo, el termómetro: el madrileño demuestra que tiene sitio obligado en la rotación. Siempre intenso y metido. El gran protagonista, junto al norteamericano. Alberto Díaz ,con un 3+1, ponía por delante a los suyos a noventa segundos del descanso (33-34). Un mate de Rubén Guerrero cerraba una primera parte igualada, tosca y donde los dos equipos estaban muy incómodos, el guion de un clásico derbi andaluz (38-38).

Las pérdidas y el mal porcentaje en los tiros, la grandes asignaturas para la segunda parte. Katsikaris hacía hincapié en estas dos facetas para que el equipo diera una buena imagen en San Pablo; es el momento de dar un golpe sobre la mesa.

Eric dede el tiro libre y Cvetkovic abrían la lata en la segunda parte. Pasecnicks sumaba su tercera falta, buena noticia para el Unicaja; el letón no conseguía estar cómodo ante el cénter cajista. Tercer cuarto es sinónimo de Tim Abromaitis: al norteamericano le suele sentar bien la vuelta de los vestuarios (43-45). ‘Iron Man’ ya sumaba ocho puntos en cinco minutos. Una suspensión de Brizuela y un triple de Francis Alonso ponían la máxima de los malagueños (45-53). Los de Katsikaris habían subido una marcha más en su canasta, después el talento haría el resto.

El tiempo muerto de Casimiro surtiría efecto: Visto Brown pondría a su equipo rápidamente a cuatro tantos (49-53). Era el momento de recurrir a Alberto Díaz y Carlos Suarez. El partido se había quedado frío después de unos minutos parado; buen trabajo de Rubén Guerrero, el canterano le daba claridad al Unicaja en ataque. Agbelese, el gran protagonista de los béticos en el tercer cuarto: trece puntos y siete rebotes sumaría el pívot. Con un parcial de 15-23, los malagueños tenían la máxima, a diez minutos para echar el telón (53-61).

El Unicaja no terminaba de romper el partido, pero la sensación que estaba la situación controlada. Las pérdidas de los locales lastraban a los sevillanos: 16 sumaban los de Casimiro, una losa que le podía costar el partido. Con siete minutos por jugar, Norris Cole pondría la máxima (57-68). Buenos minutos de otro actor que había pasado desapercibido hasta ahora: Jaime Fernández; el madrileño se sumaba a la fiesta con varias canastas, aunque había que culminar la tercera victoria seguida.

Los locales solo eran capaces de anotar a partir del bonus; sin embargo un triple de Bertans daba alas a su equipo (64-72). Otra canasta del letón obligaba a Katsikaris a parar el partido: la enésima desventaja desaprovechada. Cvetkovic mantendría el derbi igualado hasta el final, los cajistas se encomendaban al talento para llevarse el triunfo de San Pablo. El Betis tenía pelota para al menos forzar la prórroga, pero ahí estaba Alberto Díaz; el base pelirrojo le sacaría la falta en ataque a Visto Brown, aunque todavía restaban cinco segundos para el final. Los de Katsikaris se lo llevarían por 73-79. Norris Cole, máximo anotador con 20 puntos, lideró la victoria trabajada del Unicaja. Sangre, sudor y lágrimas.

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