La Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud Málaga ha dado un paso al frente en el manejo avanzado del dolor postoperatorio en cirugía pediátrica al incorporar una técnica mínimamente invasiva y altamente eficaz: la crioanalgesia intercostal, mediante la que “se bloquea la función de los nervios intercostales evitando así el dolor en período intra y postoperatorio”, explica el doctor Rodrigo de la Oliva, especialista de Dolor y Anestesiología de Quirónsalud Málaga y referente en esta técnica.
El Hospital malagueño se convierte con esta incorporación en el primer centro privado en Andalucía en implementar esta técnica como parte del tratamiento quirúrgico del pectus excavatum (cirugía del pecho hundido), en el marco de un proyecto clínico que busca mejorar la experiencia y el bienestar de nuestros pacientes.
Tres pacientes pediátricos han sido ya tratados con éxito mediante a crioanalgesia intercostal en régimen ambulatorio y cuatro días antes de la cirugía correctora, con resultados tan prometedores como que “no se precisó analgesia intraoperatoria adicional más allá de la analgesia básica; el postoperatorio no requirió opioides ni escalones analgésicos superiores, limitándose al primer escalón de la OMS dentro de un tratamiento multimodal; con alta precoz y recuperación rápida, sin complicaciones relacionadas con el dolor; y mayor comodidad para los pacientes y sus familias, evitando efectos secundarios derivados de analgésicos potentes”, enumera el doctor de la Oliva.
¿Qué es la crioanalgesia?
La crioanalgesia consiste en bloquear de forma temporal y reversible la función de los nervios intercostales. Se aplica una temperatura extremadamente fría de -70°C durante dos minutos sobre cada uno de los nervios seleccionados, utilizando una sonda específica y bajo control ecográfico. Como destaca el especialista en Dolor, “el objetivo es anular la conducción del estímulo doloroso durante el periodo intra y postoperatorio, especialmente útil en cirugías intrínsecamente dolorosas”, como la técnica mínimamente invasiva para corregir el pectus excavatum (cirugía de Nuss), donde se coloca una barra metálica retroesternal. “El efecto analgésico puede prolongarse hasta seis meses, coincidiendo con el periodo de mayor sensibilidad y recuperación funcional tras la cirugía”.