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La última campaña de Juanito en el CD Málaga

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Juanito en su último curso como malaguiusta
Juanito en su último curso como malaguiusta

La temporada 1988-89

El CD Málaga afrontaba su regreso a Primera División después de una inolvidable campaña 87-88 en Segunda, donde logró el ascenso y el campeonato con varias jornadas de antelación bajo la batuta de Ladislao Kubala, en el denominado ‘Súper Málaga’, con Juanito como estrella indiscutible del equipo.

Para el siguiente curso se contrató a Luis Costa como técnico y se realizaron los fichajes de Jaro, Lauridsen, Álvarez, Chano, Matosas, Hassan o el también malagueño y exmadridista Paco Pineda, más la cesión de Campuzano. A mitad de temporada llegó el meta Ignacio, procedente del Granada CF.

Juanito, que ya contaba con 34 años, fue un fijo en las alineaciones blanquiazules. Pese a ello, a primeros de enero de 1989 anunció que al final de esa temporada 88-89 dejaba el fútbol en activo.

La eliminación del Málaga ante el RCD Español en la Copa del Rey, unido a una mala clasificación en la Liga (15ª posición en la 20ª jornada), provocó que Costa fuese cesado como entrenador el 6 de febrero de 1989. Curiosamente, Juanito sonó como posible sustituto para ocupar el banquillo, cargo que recaería en un hombre de la casa: Antonio Benítez. Días después, el 15 de febrero, Juanito era nombrado Director Técnico del CD Málaga por un período de dos años, cargo que empezó a compaginar con el de futbolista.

Mientras, el equipo empezó a cosechar victorias de la mano de Benítez, logrando 6 en un intervalo de 8 partidos (jornadas 27-34). Entre ellas, el recordado 1-2 ante el Sporting de Gijón con 2 goles del canterano debutante Luis Merino. En la 35ª jornada el Málaga recibía al Real Madrid en Martiricos en un encuentro muy emotivo para Juanito, en plena recta final liguera.

Juan contra ‘su’ Madrid

El 4 de junio de 1989 el Real Madrid visitaba La Rosaleda para enfrentarse al CD Málaga. Los blanquiazules, en puestos cercanos a la temida promoción, y el conjunto madrileño acariciando el título de liga. En una Rosaleda abarrotada, el Málaga jugó con Jaro, Chano, Ruiz, Álvarez, Clemente, Ángelo (Paquito 60’), Luis Merino, Azuaga, Matosas, Juanito y Esteban Vigo (Jaime Molina 72’).

Antes del primer cuarto de hora, penalti de Clemente a Butragueño y gol de Hugo Sánchez (0-1, 12’). El empate llegaría en el 34’. Córner por la derecha que saca Juanito y testarazo espectacular a la red de Ruiz. Con el momentáneo 1-1 se llegaba al descanso. En la segunda parte se vio a un Juanito mucho más activo en el juego malaguista, con varias acciones que lograron el aplauso del respetable.

El golazo a Buyo

Ya en el 67’, en una jugada individual por la banda derecha, el ‘7’ se zafa de dos contrarios y ve adelantado a Paco Buyo; desde el borde del área, con la zurda, bate al meta de Betanzos con un chut en parábola que colocó el 2-1 parcial. La afición malaguista, extasiada, lo celebró con una prolongada ovación coreando a Juanito con gritos de ‘torero, torero’. “He llorado por dentro, porque cuando el fútbol es arte, el público vibra«, declaró Juan ese mismo día.

Este sería el quinto y último gol del astro de Los Boliches esa temporada y su último tanto como jugador profesional. Fue su gol 99 en Primera División.

En el 79’ del encuentro, un golpe franco a favor del Madrid supuso el definitivo empate. Schuster tocó en corto para que Hugo Sánchez, de un zurdazo impresionante, batiese a Jaro y pusiera el 2-2 en el electrónico.

Permanencia

Tras el Málaga-Real Madrid, los malaguistas sumaban 33 puntos y +3 sobre los puestos de promoción de descenso. En la penúltima jornada, tras empatar (0-0) ante el Valladolid en La Rosaleda, se selló la permanencia un año más en la máxima categoría del fútbol español. En la 38ª y última fecha liguera un Málaga ya salvado se midió al FC Barcelona en el Camp Nou. Juanito, titularísimo, jugó su último partido con el conjunto blanquiazul.

En total, Juan Gómez disputó 77 partidos oficiales y anotó 16 goles en las dos temporadas que militó en el equipo de su tierra natal.

Epílogo de un mito

El 27 de junio de 1989 se celebró en La Rosaleda un partido homenaje a Juanito entre el CD Málaga y el Combinado Nacional (una selección de jugadores de Primera División), que acabaría 1-2. En el 36’, Juan fue sustituido por Emilio. Sobre el césped, el torero Curro Romero le hizo el simbólico ‘corte de coleta’, ya que el fuengiroleño era un apasionado de los toros. Posteriormente, Juanito fue izado a hombros en el centro del campo y, tras ser abrazado por Kubala y Di Stéfano (entrenadores del Combinado Nacional), se retiró a los vestuarios emocionado y ovacionado por el público. Se acababa la etapa de Juanito como jugador del CD Málaga, aunque seguiría en sus funciones en la secretaría técnica.

En las temporadas 89-90 y gran parte de la 90-91, Juanito ejerció como Director Técnico. En la segunda temporada el club, en Segunda División, quiso hacerle una ficha federativa para que volviese a vestir de corto. Sin embargo, el bloqueo federativo que sufría el club por deudas e impagos hizo imposible su regreso como jugador blanquiazul. Por desavenencias con la directiva, el 15 de abril de 1991 Juanito dimitía de su cargo.

Pocos días después se enroló en las filas del CD Los Boliches, como jugador, para disputar con el equipo de Fuengirola los últimos cinco encuentros de liga en Segunda B. El objetivo, la salvación del conjunto bolichero, se consiguió con los últimos coletazos de genialidad de Juan. Por segunda vez, se retiraba como futbolista.

El 13 de noviembre, Juanito se convertía en el técnico del Mérida en Segunda División. En la jornada 24 de liga (16 de febrero de 1992) el CD Málaga, entrenado por Antonio Montero ‘Nene’, recibió la visita del conjunto emeritense. Sería la última vez que Juan pisó el recinto de Martiricos. El encuentro, que acabó 1-1, tuvo como goleadores a un bisoño canterano, Basti, y a un exmalaguista, Paquito.

El 2 de abril de 1992, mientras regresaba a Mérida tras ver un encuentro europeo del Real Madrid en la Copa de la UEFA frente al Torino italiano, en el Bernabéu, un accidente de tráfico acababa con la vida del genio de Fuengirola. Un jugador de raza que dejó huella allá donde jugó. Un símbolo eterno del fútbol malagueño, andaluz, español y mundial.

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