@SuarezRMarca | 15 años después del primer y único título europeo, casi una década después del último gran éxito europeo -la Final Four de Atenas-, el Unicaja luchará de nuevo por un conquistar un cetro continental. A dos partidos está de lograr un éxito que le permitiría, además, competir la próxima temporada en la Euroliga, la competición con mayúsuculas.
Para ello deberá superar muchas adversidades. Empezando por la preocupación del estado físico de sus dos jugadores franquicia, Musli y Nedovic. El primero seguirá sin poder ayudar a sus compañeros por culpa de ese esguince de tobillo que se produjo en Krasnodar, en el segundo encuentro de las semifinales ante el Lokomotiv Kuban. Ya dijo Plaza que firmaría contar con él en el tercer partido de la final.
En el caso de Nedovic, el escolta serbio sí jugará. Lo hará mermado, como ya lo hizo el sábado en la Fonteta. No fue obstáculo entonces para que acabara con grandes números, si bien en los momentos decisivos del encuentro tuvo que aguantarse las ganas y verlos desde el banquillo. Su evolución desde que se hizo daño en un pie y en la otra rodilla no ha sido lo rápida que se esperaba, pero Nedo no quiere perderse una final como esta, ante su ex equipo.
Solventado este asunto, a Plaza le queda por lidiar otro: el de convencer a su plantilla de que son capaces de ganar al Valencia, que les ha endosado un 6-0 desde el play off de la pasada campaña. 2-0 sin paliativos por entonces, y 4-0 aún más rotundo entre ACB y Top16 de la Eurocup. Para hacerlo aún más difícil, los de Martínez llevan 21 encuentros consecutivos sin perder en su casa.
Pero las estadísticas están para romperse. Y qué mejor momento que hacerlo en una finalísima en la que las apuestas dan claro perdedor al Unicaja. Si quieren ganar un buen dinero, ya saben a lo que apostar. Y los verdes están hoy dispuestos a asaltar la banca. Hagan juego, señores.
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