EL UNICAJA ASALTA MIRIBILLA

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Díez y Omic celebran el triunfo conquistado en el pabellón de Miribilla || ACB Photo/A. Arrizabalaga

@SuarezRMarca | Cuatro victorias consecutivas acumulaba el Bilbao Basket en un sprint que les ponía como aspirantes más que válidos a asentarse en puestos de play off y de paso recortar distancias con el propio Unicaja. Un rival, el malagueño, que además corría el riesgo de haberse empachado tras su triunfo ante el Bayern Munich. Pero los de Plaza, con un Dani Díez que recordó al de sus mejores tiempos, consiguieron alejar sus propios fantasmas y sumar su segundo partido ganado de forma seguida. 

 

11 puntos del alero cajista ayudaron a los suyos a meterse en un encuentro en el que los bilbainos mandaban cómodamente tras unos buenos primeros diez minutos, incluso gozando de un 13-2 de inicio. Díez se bastó casi solito para dar la vuelta a la tortilla y colocar la primera ventaja en el electrónico. Pero la lesión de Brooks pareció romper los planes visitantes y los locales igualaron las fuerzas.

 

Con 28-29 se llegó al descanso, sabiendo el Unicaja que debería seguir apretando para llevarse el triunfo. Y una vez más, el tercer cuarto fue en contra de los intereses malagueños, quienes vieron cómo Buva campaba a sus anchas en la zona. 13 puntos y 5 rebotes firmó el pívot, lo que permitió a los hombres de negro disponer de varias rupturas en el marcador de 7 puntos. Fue entonces cuando Suárez tomó el relevo de Díez. El de Aranjuez, 12 puntos y 6 rebotes, comandó la nueva remontada, culminada por una acción de 4 puntos de Fogg que cerró un 4-15 de parcial en el cuarto para terminar por delante 47-51.

 

La ventaja incluso aumentó para el Unicaja en el arranque del último cuarto, con Omic en plan héroe. Un 0-6 colocó a los de Plaza con una decena de puntos arriba. Mas los bilbainos no son de rendirse y a base de coraje y de alguna jugada controvertida se llegaron a poner a solo 3 puntos superado el ecuador. Nada que un par de canastas en el perímetro no pudieran solucionar para que los cajistas se apuntasen el triunfo a pesar de la presión de la grada contra los árbitros.

 

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