LOS LEONES SENTENCIAN AL GATO

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Los jugadores del Athletic celebran el tanto de Raúl García que les dio el triunfo || laliga.es

@SuarezRMarca | Es un suplicio ver al Málaga sobre un terreno de juego. Ni propone ni destruye. Su único plan, ante la gravísima falta de confianza de futbolistas y de entrenador, es acumular gente atrás y por el centro y rezar para que un milagro aparezca en forma de contragolpe. Y claro, con siete tipos y el portero defendiendo, y con apenas tres hombres para atacar, es prácticamente imposible soñar con el triunfo en un escenario como el de San Mamés, donde el Athletic ha sumado 33 de los últimos 39 puntos.

 

Aguantaron los de Marcelo Romero el tiempo que Camacho sacó su brazo a pasear dentro del área y Raúl García aprovechó para meter el penalty. El plan A del Málaga duró 71 minutos. El plan B aún se sigue esperando. Porque los blanquiazules casi ni asustaron a Gorka. Ni con la entrada de En-Nesyri ni con la tardía de Sandro. Darle sólo cinco minutos a un jugador explosivo como el canario tras dos meses de baja por una rotura muscular es una imprudencia imperdonable. Pero ni con su presencia mejoró el Málaga, pues el problema no está solo en la definición sino también en la construcción.

 

Esto del fútbol consiste en ser mejor que el contrario. Y los boquerones no fueron mejores que el Athletic. Cierto que tampoco peores, pero los de Valverde aprovecharon una de las contadas ocasiones de las que dispusieron. El Málaga, en cambio, volvió a pecar de falta de acierto. El lamentable cabezazo de Charles en el minuto 2, solito como estaba en el área pequeña, es de juzgado de guardia. Sus peleas barriobajeras con los rivales, lejos de ayudar, le sacan de quicio. Y si las bandas, esta vez con Keko y Jony, siguen gripadas, la ofensiva blanquiazul hace menos daño que un emblanco.

 

Tampoco pudo aparecer en esta ocasión el salvador Fornals. Y está claro que Llorente, ahora mismo, no tiene nivel ni para jugar de central ni tampoco de medio centro. Con el balón se duerme y sin balón es el yerno perfecto para las madres de los jugadores rivales. Se echó en falta a alguien con criterio para mover el balón. Allá estaba José Rodríguez sin olerla en el banquillo. 

 

Y mientras, el Athletic movía y movía la pelota hasta aburrir a las ovejas. Sin exponer, sin arriesgar, esperando que apareciera el error habitual del Málaga. Y esa fue una mano de Camacho que bien podría no haber sacado para evitar la tentación del penalty. Lo transformó Raúl García, un canchero que actúa con tanta antideportividad que da vergüenza ajena. Pero el navarro marcó y dio el triunfo a los suyos, sentenciando a un Romero al que sólo un milagro le puede salvar el pellejo. Ya veremos si llega al partido ante el Alavés. Su sentencia está firmada, lista para ejecutarse.

 

 

ATHLETIC: Iraizoz; Lekue, Yeray, Laporte, Balenziaga; Beñat, San José; Susaeta (Saborit, 85'), Raúl García, Muniain (Villalibre, 61'); Williams (Bóveda, 77').

 

MÁLAGA: Kameni; Rosales, Luis Hernández, Demichelis, Juankar; Llorente, Camacho (Sandro, 85'); Keko (En-Nesyri, 78') , Fornals, Jony (Chory Castro, 73'); Charles.

 

GOL: 

1-0, min. 71: Penalty por mano clara de Camacho. Raúl García no desaprovecha la pena máxima para batir a Kameni.