LA BELLA SE DISFRAZÓ DE BESTIA

0
11
Unicaja recibió 91 puntos ante los alemanes / @UnicajaCB

@Pedromartinper | Era normal y previsible que el arranque de Unicaja fuese un camino de espinas hasta que el calzado lograse imponerse a las púas adentradas en la piel cajista. El Mundial, en el que España se alzó con el oro, desembocó en una pretemporada atípica, sin la posibilidad para Casimiro de contar con todo su róster para empezar al cien por cien una ACB que sube el nivel año tras año. El de Ciudad Real avisó de la dificultad que tendrían los malagueños en los primeros enfrentamientos, y los resultados le dieron la razón.

 

Dos derrotas seguidas, ambas en la competición regular, que se tradujeron en dudas e incertidumbre acerca de la capacidad del equipo. Aquella plantilla que presumía de un físico poderoso no era capaz de hacerse fuerte en la pintura y encajaba puntos con una facilidad que asustaba a seguidores y analistas del conjunto de Los Guindos. Pero esa “pretemporada” duró menos de una semana, momento cuando arrancó la Eurocup. Hasta entonces, Manresa y Canarias, habían vencido a los del Martín Carpena con menos de 90 puntos de anotación.

 

Fue ante el Budocnost cuando Unicaja logró el primer triunfo y, casualidad o no, el cielo que avisaba con relámpagos en la provincia, como siempre en la Costa malagueña, se quedó en una mera advertencia, y volvió a salir el Sol. El gran asalto en la cancha de Baskonia, equipo de Euroliga, y la segunda victoria en Eurocup frente a Asseco disparaban la ilusión de los jugadores, que fueron sumando alegrías tras alegrías. Incluso inesperadas.

 

Joventut, Galatasaray y Valencia, este último duelo con una exhibición de los malagueños, fueron testigos del poderío de un equipo que aspira a hacer grandes cosas. En todos los duelos, en un total de 8, ningún conjunto fue capaz de meter más de 90 puntos a los verdes. Hasta que llegó la cenicienta. Casimiro advirtió en la previa de que no podían caer en la euforia de la racha positiva obtenida. Y pese al aviso, se relajaron, y lo pagaron caro.

 

Ayer, ante el colista del Grupo, Unicaja realizó uno de sus peores encuentros hasta el momento, siendo frágil en defensa y previsibles en ataque. La baja de Alberto Díaz, que dota de un plus de intensidad cuando está en cancha, se notó en exceso, y eso es lo más preocupante. Ni los poderosos físicamente ni el resto de compañeros –todos tenían que dar un paso adelante en defensa como recalcó Casimiro- supieron frenar a los alemanes, que impusieron su régimen en casa para ser el primer equipo que ridiculiza, en cuanto a anotaciones se refiere, a los malagueños, superando por vez primera los 90 puntos, nunca encajados hasta el momento por un Unicaja que se dio un golpe de realidad ante el Oldenburg.