LA MEJOR DESPEDIDA DEL CARPENA DE LA EUROLIGA

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Augustine celebra junto a sus compañeros el tiro ganador con el que Unicaja venció || euroleague.net

@SuarezRMarca | No pudo tener mejor despedida de la Euroliga el Martín Carpena con el espectáculo que brindaron el Unicaja y el Olympiacos. Un vendaval de sensaciones que terminó sonriendo a los malagueños después de una prórroga que pudo llevarse cualquiera. Pero fue un sobresaliente Augustine, a 2 segundos del final, el que firmó una victoria ante los de El Pireo que no se producía desde el 9 de diciembre de 2010. 

 

Y eso que Spanoulis se quiso quedar desde el principio con todas las luces del espectáculo. Pero de Málaga, que ya echa de menos a estrellas como él, sólo se fue con el título de mejor asistente de la historia de la competición, que no es poco.

 

Plaza sabía que las opciones de ganar pasaban por anularle y aunque puso tras él a su mejor defensor, Alberto Díaz, no hubo forma de pararlo en el inicio. 7 puntos y 4 asistencias sumó el base griego en los primeros diez minutos. Menos mal que Nedovic también quiso lucir galones y sumó 8 puntos de manera consecutiva para pasar del 6-11 con el que Olympiacos disfrutó de su máxima renta en el primer cuarto a un 14-13 que el Unicaja no supo mantener porque Spanoulis siguió en plan estrella. Suárez, con una canasta sobre la bocina, redujo distancias para dejarla en 19-22.

 

Aún seguiría Spanoulis un par de minutos más sobre la cancha, pero fue marcharse a descansar y los malagueños pusieron la directa para darle la vuelta al marcador. Un 8-0 de parcial que les colocó 27-24, avisando a los de Sfairopoulos de que no lo iban a tener nada fácil para sumar el triunfo. De hecho, la defensa local siguió haciendo estragos en el ataque rojiblanco, a lo que se sumó el no perder ni un solo balón hasta el ecuador del segundo cuarto. Esa estabilidad le otorgó una decena de puntos de renta (42-32) a 2 minutos para el descanso, con un pick and roll que funcionaba a las mil maravillas.

 

Ni el regreso entonces de Spanoulis frenó la maquinaria de los de Plaza, que se fueron a los vestuarios 14 arriba (47-33) con un triplazo de McCallum con el que se sellaron los primeros 20 minutos.

 

Tras el descanso, y aunque pareció que el showtime verde iba a continuar con un alley oop de Nedovic para Augustine, Spanoulis volvió a hacer de las suyas, atrayendo la atención de la defensa local para hacer más grandes a sus compañeros. Milutinov y los hasta entonces desaparecidos Papapetrou y Mantzaris se beneficiaron de ello. Y si bien Plaza paró el partido, Brooks y Nedovic seguían gafados, Tillie y Milutinov dominaban las alturas, y Spanoulis las metía de cualquier sitio para culminar una remontada espectacular después de un 0-17 de parcial (51-56).

 

Fue Okouo el que rompió la dinámica con dos tiros libres. Y luego añadiría otros dos Milosavljevic. Pero el daño estaba hecho después de los 7 minutos en los que el Unicaja se quedó sin anotar.

 

Con 54-56 se dio el pistoletazo de salida al último cuarto. La ventaja de los de El Pireo era mínima. Sin embargo, los cajistas parecían incapaces de recuperar el control, con Milosavljevic abusando del balón y con el despertar anotador de Roberts. Con dos triples de este, los rojiblancos disfrutaron de su máxima renta (67-74) a 2’50” para el final.

 

Parecía todo finiquitado, pero los griegos se relajaron y el Unicaja firmó un 7-0 con el que igualó a 74 a 1’15”. Spanoulis, como se esperaba, se quedó con el balón, pero Díaz dejó bien a su técnico sacándole una personal en ataque. Nedovic y el propio Spanoulis erraron sendos triples y mandaron el choque a la prórroga.

 

Un tiempo extra en el que el Unicaja, a pesar de un mal comienzo, jugó mejor sus bazas ofensivas y terminó llevándose una sufrida pero merecidísima victoria que brindó a su afición.