@Carloshernando_ | Después de ganar al Fenerbahçe en el primer encuentro de Euroliga, el Unicaja daba lugar a un inicio de temporada más que ilusionante tanto en la máxima competición continental como en la nacional. Sin embargo, el calendario y los partidos se han ido truncando con el paso del tiempo hasta tal punto de acumular cinco derrotas consecutivas.
La pésima dinámica comenzó aquel 12 de noviembre cuando el equipo malagueño cayó ante la sorpresa de todos contra Gipuzkoa Basket en un encuentro parejo a pesar de la diferencia de plantel y de calidad individual. A partir de ahí se fueron sumando tropiezos contra Zalgiris, Real Madrid, Morabanc Andorra y CSKA de Moscú, algunos de ellos cayendo con orgullo y en otras ocasiones con vergüenza.
Pero todo puede cambiar en el próximo duelo frente al poderoso Panathinaikos el viernes. El calendario ha aflojado en estos últimos días y el equipo de Plaza puede gozar de un mayor descanso al que no ha estado acostumbrado prácticamente durante lo que se ha jugado de temporada. Cinco días separan el choque ante los helenos, momento que los malagueños buscan y desean que sea el punto de inflexión para salir de la racha negativa en la que están inmersos.
Para esa cita volverá con todas las papeletas y al 100% Nedovic. El equipo necesita de su presencia y de su ayuda de cara al aro y Plaza ya no puede reservarlo más tiempo si quiere olvidar las críticas de la afición tanto para algunos jugadores como para él mismo. También será necesaria la versión de McCallum ante el CSKA y una mejora en el rendimiento de Shermadini, entre otras cosas. Para alcanzar todas estas metas hay disponibles cinco días que el técnico catalán debe exprimir al máximo.
