EL MÁLAGA TUTEA AL CAMPEÓN

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Málaga y Atlético de Madrid empatan a uno por culpa de los errores de sus porteros

@CesarRadioMARCA | Al Málaga le van los retos grandes. Nada de subir un montículo. Si se trata de escalar una montaña, que sea el Everest. Aunque durante la ascensión se encuentre con obstáculos a priori insalvables, como Mateu Lahoz. A pesar de que las imágenes demuestran que el segundo gol de Griezmann es legal, la impresión inicial fue toda la contraria. Pero más allá de ese gol, el colegiado no anduvo nada fino, sobre todo en la pugna Amrabat-Miranda, en la que se negó a ver los continuos agarrones del defensa atlético.

 

Sería injusto, en cualquier caso, seguir hablando del árbitro y robarle más espacio a un Málaga al que, como decía, le encantan las experiencias al límite. Por La Rosaleda sufrió el Madrid, empató el Barça y perdió el Valencia. El Atlético no iba a ser menos y terminó dando las gracias, si bien no le sirve de mucho, con el punto que se llevó a la capital.

 

Lo estropeó un poco el garrafal error de Kameni, con vaselina en los dedos, al que se le escapó una pelota franca que sólo tuvo que empujar a puerta vacía Griezmann para inaugurar el marcador. Hasta ese fatídico minuto 24 ninguno de los dos equipos supo imponer su juego. Demasiado vertical, siempre buscando a Amrabat, en el Málaga; demasiado impreciso, sin pasar por el centro del campo, en el caso del Atleti.

 

Pero desde el gol colchonero, los de Gracia adelantaron líneas, presionaron la salida de balón y encerraron a los rojiblancos en el área. Fruto de esa insistencia, llegó el empate. Recio sacó un córner muy cerrado, buscando el gol olímpico, y Torres rozó la pelota lo suficiente para que Oblak se la terminara comiendo.

 

Tras el descanso, el encuentro se abrió, sabiendo que ambos que el empate era poco premio. Fue el Málaga el que en ese intercambio de golpes se encontraba más cómodo. El Atleti acumulaba más hombres arriba y los blanquiazules disfrutaban con la autopista de peaje sin barreras. Como suele pasar, sólo fallaba el último pase en los locales.

 

Nada que no pudiera arreglar una buena presión ofensiva, un robo de balón de Amrabat que había arrastrado a Miranda, y que dejó el hueco para que Samuel lo ocupara. Con su frialdad habitual de cara a portería, el delantero malagueño batió a Oblak por arriba en su salida a la desesperada.

 

Era el minuto 71 y Gracia intentó que no le pasara lo de la Real Sociedad. Con Tissone por Juanmi en el campo intentó cerrar el encuentro, que dejara de ser un correcalles. Pero apareció entonces Griezmann 7 minutos después para marcar de cabeza tras no saber la defensa local sacar bien el balón. El francés marcó en lo que parecía un clarísimo fuera de juego que, al parecer, rompía Rosales en la banda.

 

El marcador ya no se movió más pero sí creció la indignación entre los componentes del Málaga y la afición. Mateu, una vez finalizado el encuentro, quiso demostrar que el que manda es él y se encaró de modo chulesco con el preparador físico de los malacitanos después de que este le recriminara la acción del empate.

 

Un empate que sabe a poco, pero que vuelve a dignificar el trabajo de un Málaga brillante ante los grandes y que, de seguir así, sí puede soñar con Europa. Así, sí.