FESTÍN EN FESTIVO DE LA MANO DE SADIKU (2-0)

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Sadiku festeja su primer tanto // Marilú Báez

@Danielnz97 || “La gente solo viene cuando el Málaga gana”, se escuchaba en el interior de uno de los cuartos de baño de La Rosaleda minutos antes de que Ais Reig hiciera sonar su silbato. Y es que La Rosaleda, pese a los intentos del club por animar a la afición, volvió a presentar un aspecto muy pobre. Una de las peores entradas de la temporada (14.027, es decir, menos de la mitad) en la que fue la segunda victoria en casa, de nueve posibles, del cuadro dirigido por Víctor Sánchez del Amo.

 

Había algunos malaguistas aún buscando su asiento cuando el Tenerife, que estrenaba entrenador (Rubén Baraja), encontró espacios por la derecha, a la espalda de Villanueva, en una jugada que casi finaliza Carlos Ruiz dentro del área. El Málaga sí que certificó su primer remate a los ocho minutos, uno antes de que Pacheco y Adrián combinaran con mucha lucidez en una acción que acabó con un golpeo desviado del de Pizarra. Ais Reis pudo solucionar sus problemas con el pinganillo y, alrededor de media hora más tarde, se vio obligado a descontar un minuto antes de llegar al descanso.

 

El conjunto blanquiazul volcó su juego por la derecha, con un excelso Antoñín e intermitente Cifu, con más lagunas que aciertos. De sus botas salió uno de los disparos con mayor peligro de la primera parte. Pacheco complicó a Ortolá con un centro cargado de veneno mientras que Sadiku aprovechó, justo antes de alcanzar la media hora, un balón muerto al que dio vida con un trallazo imparable para el portero valenciano.

 

Así, con el tanto del albanés, pichichi de los de Martiricos, encontraba su premio el Málaga de Víctor frente a un Tenerife con mucho criterio en su campo y con las mismas dosis de duda en la zona de tres cuartos de los locales. Trató de reaccionar el conjunto isleño con un golpeo potente de Malbasic. El del serbio llegó antes de que Antoñín pidera penalti -inexistente- en la última de la primera mitad y poco después de que Dani Gómez le ganara la espalda a la defensa, este pusiera rumbo al arco de Munir y, finalmente, Diego apareciera, con cierto riesgo, para evitar el empate.

 

Los canarios, quizás por la inercia del resultado, trataron de dar un paso adelante. Algún que otro acercamiento amenazante antes de llegar a la hora de encuentro, aunque fue un robo de Juankar a Luis Pérez lo que pudo provocar el segundo tanto del partido. El ‘galgo’ asistió a Sadiku y este, dubitativo, dejó pasar la oportunidad al no encontrar espacios para tirar. No mucho después, el colegiado le perdonó la amarilla a Mikel por una falta tonta al borde del área sobre Luis Pérez, pero no se lo dejó pasar a Javi Alonso, que recibió la primera del choque.

 

Un buen sprint de Juankar hizo que el árbitro tuviera que volver a hacer uso del tarjetero. Malbasic fue el siguiente en una de las mejores acciones del extremo zurdo. El brillo lo puso Antoñín, con una clase y una excelencia de puro crack en una buenísima jugada, esa que prácticamente precedió a una de las más determinantes de la noche del viernes. Una mano (más bien entre hombro y brazo) de Alonso de la que Ais Reig no se percató, al contrario que Sagués Oscoz en el VAR. Fue a verla al monitor, mientras La Rosaleda se vaciaba contra Al Thani, y decidió señalar la pena máxima. Sadiku acertó (76') para certificar el triunfo y, así, hacer que el Málaga abandone el descenso.

 

MÁLAGA: Munir; Cifu, Luis Hernández, Diego González, Mikel; Antoñín, Pacheco (Renato Santos, min. 72), Keidi Bare, Juankar; Sadiku y Adrián (Benkhemassa, min. 72).

 

TENERIFE: Ortolá; Luis Pérez, Carlos Ruiz, Alberto, Mazán; Suso (Naranjo, min. 71), Aitor Sanz, Javi Alonso (Jorge, min. 86), Borja Lasso; Malbasic (Elliot Gómez, min. 84)y Dani Gómez.

 

GOLES: Sadiku, al aprovechar un balón muerto en el área (27'), y de penalti, con intervención del VAR incluida (76').