UN EMPATE PARA INICIAR LA REMONTADA (1-1)

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En-Nesyri celebra el gol con el que rompió su mala racha || laliga

@SuarezRMarca | 75 minutos duró el sueño de ganar en Ipurúa, de romper la mala racha, de comenzar la nueva era en el banquillo, de no descolgarse de la permanencia, de soñar, en definitiva, con el milagro de la salvación. Pero los males en casa del pobre no desaparecen de la noche a la mañana. Por mucha ilusión que se genere, por muy bien que afrontes el partido, por mucha mejora defensiva que se aprecie en el equipo, la realidad es que el Málaga sigue colista y que un empate no sirve de mucho. 

 

O puede que sí, quién sabe lo que deparará el futuro. Pero habrá que quedarse con eso. Porque lo contrario sería asumir que todo está acabado cuando no es así. También parecía imposible que En-Nesyri marcara y lo hizo. Se encontró con una pelota dividida en el centro del campo, sorteó a un flojo Paulo que se venció muy pronto y le dio toda una autopista al marroquí para plantarse solo y batir a Dimitrovic. Sufrió En-Nesyri para conducir el balón pero lo llevó a donde quería. Y luego no falló, que es lo importante. Lo que son las cosas. Desde septiembre de 2016, en los inicios de la pasada campaña, también contra el Eibar, no marcaba el africano. 

 

El que sí erró, y gravemente, fue Adrián. Jugando más liberado que con Míchel, el hoy mediapunta, aún con 0-1, decidió tirar desde la frontal cuando lo más práctico hubiera sido ceder la bola a En-Nesyri, que ya tenía el gatillo preparado solo ante Dimitrovic. Luego tuvo Chory el rechace, pero se fue al limbo. Falta calidad en el remate, está claro. Porque también Mula, en el tiempo añadido, tuvo el triunfo en sus botas. Su vaselina la sacó Dimitrovic e Iturra se empachó de balón en el rechace en vez de pasarla a dos metros a Keko, que estaba solo para empujarlo. 

 

Al menos, en defensa se mejoró. El equipo no se rompió, mantuvo la compostura y los futbolistas fueron muy solidarios. Pero tanto fue el cántaro a la fuente que al final se quebró. Un fallo de Rosales al despejar permitió a Bebé buscar un centro desde la izquierda al que llegó Kike para empujarla después de dejar en evidencia a Luis Hernández -que hizo la estatua- y a Miquel -que llegó tarde a la ayuda-. Ese tanto, a quince minutos del final, cambió la cara al Málaga. Ya no era el conjunto compactado de José. Era el de los nervios y ansiedades de Míchel. Y menos mal que estaba Roberto para salvar un punto, que si no…

 

Al final, un punto que no sabe mal, pero que tampoco sabe bien. Un punto que deja colista al Málaga en el inicio de la segunda vuelta. Hay que hacerla de Champions, hay que ganar 9 partidos al menos. Ya quedan 18 solamente. 

 

-EIBAR: Dimitrovic; Capa, Paulo Oliveira (Ramis, 50'), Arbilla, José Ángel; Dani García, Jordán; Alejo (Orellana, 55'), Kike García, Inui (Bebé, 72'); Charles. 

 

-MÁLAGA: Roberto; Rosales, Luis Hernández, Ignasi Miquel, Ricca; Koke, Recio (Kuzmanovic, 83'. TR 92'), Iturra, Chory Castro (Mula, 79'); Adrián, En-Nesyri (Borja Bastón, 59').

 

GOLES: 

0-1, min. 16: En-Nesyri se marcha con facilidad de Paulo Oliveira, conduce con algún problema el balón a la carrera y se planta a Dimitrovic para batirle con una buena definición. 

 

1-1, min. 75: Falla Rosales en el despeje dando opción a Bebé para centrar al primer palo, donde Kike gana la espalda a Luis Hernández y se adelanta a Miquel para batir en el área pequeña a Roberto.